En la campaña electoral la coalición de derecha ha tenido como tónica, prometer cuestiones con mucho gancho electoral para después incumplir la mayor parte de sus promesas.
Primero: No está en nuestra propuesta bajar salarios.
Eso fue dicho insistentemente en la campaña electoral. Se habló mucho de reformular los consejos de salarios, de equilibrar el poder, de apoyar a las empresas que sean más competitivas, etc., etc. Pero siempre se dijo, ésto era para ser más eficiente o mejorar la productividad y no para bajar salarios.
Pues la verdad es que en dos años y medio los salarios han bajado y ya en el segundo año, es decir en 2021 la economía crece, más que lo propuesto por el gobierno, sectores agroexportadores disparan sus ganancias, los más ricos aumentan de manera relevante sus depósitos en el sistema bancario y los salarios, que habían caído en 2020, vuelven a caer en 2021 y no comenzarán la recuperación en 2022.
El grafico 1 muestra la evolución del salario promedio privado y público desde febrero de 2020 a junio de 2022 comparado con precios y en particular con los alimentos.
Segundo: Vamos a bajar el Gasto Público sin tocar salarios ni gasto social
Pues bien cumplieron la primera parte: bajaron el gasto público y con ello el déficit fiscal. Pero incumplieron la segunda ya que el principal componente de la reducción de déficit fiscal fueron la rebaja de salarios, la rebaja del gasto de educación y vivienda tanto en funcionamiento como en inversiones. Los llamados ahorros se basaron en el salario de la gente y los servicios sociales.
Lo que se refiere a salarios ya fue expuesto en el gráfico 1. El cuadro 1, a su vez, nos muestra la relación, con datos de la última rendición de cuentas, en debate en el parlamento, del gasto en vivienda, en educación, en salud y en INAU.
Tercero: Vamos a bajar las tarifas públicas
Esta es la falsedad que no hay ni siquiera que demostrar. Se muestra por la vida misma.
El cuadro 2 nos compara el aumento de nafta y super gas en relación al aumento general de precios, muy por encima de los aumentos de la inflación general.
Cuarto: No vamos a aumentar impuestos.
Bueno otra vez mintieron. Modificaron el calculo de la BPC, con la que se fijan las franjas de IRPF y eso hizo a más gente pagar dicho impuesto. Además, se redujo la reducción de IVA de 4 a 2% en el pago con tarjeta de débito; es decir se aumento el IVA en esa forma de pago.
Quinto: La reforma de la seguridad social no aumentará la edad de retiro.
La LUC creo una comisión de expertos en seguridad social. Esa comisión en octubre por mayoría de los expertos afines al gobierno entregó sus recomendaciones al presidente. Y allí aparece otra relevante falsedad que es el aumento de la edad de retiro para todos los nacidos de1966 en adelante (otra opción es en 1971) o sea para miles de trabajadoras y trabajadores, se extenderá la edad de retiro.
Estas falsedades de la campaña electoral se resumen en la frase más falsa de todas del presidente:
Hicimos crecer la economía y bajamos el déficit fiscal sin tocarle el bolsillo a la gente.
Sin comentarios.
Mientras, la economía crece para beneficio de pocos.
Como hemos dicho muchas veces esta reducción de la calidad de vida de los trabajadores es paradojal cuando lo referimos a la economía que crece.
El PBI está creciendo y un caso muy relevante de esta situación es la industria manufacturera. Según la encuesta industrial reciente de enero a mayo de 2022 el volumen físico de producción industrial creció respecto al mismo período de 2019 en 8,4%, especialmente con gran crecimiento las industrias alimentarias y la farmacéutica.
En cambio, el personal ocupado cayó 3% las horas trabajadas cayeron 6,4% comparando igual periodo de 2022 con 2019 y como ya hemos dicho los salarios reales cayeron. Todas las variables de la clase trabajadora empeoraron, cuando la industria creció.
Es evidente que las grandes empresas concentradas tanto del comercio como de la industria exportadora y el capital inmobiliario han tomado la decisión de reactivar sus empresas utilizando más intensamente los trabajadores ya contratados. Y no se puede catalogar en tan poco tiempo como aumento de productividad. Se trata más bien de un aumento de la intensidad del trabajo y el uso de mayor extensión horaria que había caído con la pandemia. Es decir, recurrir a los mecanismos de generación de plusvalía absoluta.
Por lo tanto, esta reactivación económica se sustenta en la mejora relevante de la tasa de ganancia, fruto de la caída salarial y el aumento de las ventas tanto del sector exportador (ayudado por la devaluación) y de las grandes empresas que se apropian del consumo interno y de lis procesos de concentración fruto de la quiebra de muchas pequeñas y medianas empresas.
Para dar más fundamentos presentamos un indicador que refiere a la utilidad bruta de la industria exportadora. Es decir no ingresos, tasa bruta de ganancia.
El cuadro 3 nos muestra su evolución desde 2020 para aquí y vemos su relevante aumento en estos dos años y medio, de más del 20% respecto a 2019.
En síntesis estamos presenciando una reactivación económica altamente injusta pues sus resultados han favorecido a un pequeño puñado de ricos, expresión del capital concentrado y ha impactado negativamente sobre la mayoría de la población.