La lucha por obtener la igualdad debe ser colectiva

Carmen López Fariña o mejor conocida como Carmen Morán posee una larga y reconocida trayectoria como actriz pero además, es cantante, directora, productora, comunicadora y docente. Teniendo en cuenta su camino recorrido plantea que hay una brecha que continúa latente y que va de la mano con el “derecho absoluto e indiscutible que tiene una mujer a percibir el mismo salario que un hombre realizando la misma tarea”. Una vez que “a igual tarea, igual salario”, considera que “ahí podemos empezar a hablar en serio de igualdad”.

Dentro del sector cultural destacó que “hay comisiones de género que trabajan en pro de la igualdad y la no violencia” y que en los últimos años “tanto desde instituciones públicas como privadas, se está trabajando en la  promoción de una cultura libre de violencia de género”.

Morán recordó que “a partir de que en 2020 surgieron denuncias de situaciones de violencia en ámbitos artísticos a través de redes sociales, la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) presentó un protocolo en caso de violencia en las artes escénicas y producciones audiovisuales”.

En tanto como sociedad para lograr transitar el camino de iguales condiciones y oportunidades y de respeto y no violencia a la mujer, entiende que “lo primero es que la sociedad uruguaya ostente un discurso honesto en cuanto a los temas inherentes a la mujer”, añadiendo que “no se puede decir ‘soy feminista’ y educar a niños y niñas en un ámbito familiar machista y desigual” sino que habría que “empezar siendo ejemplo en casa”.

“Como sociedad debemos exigir que las mujeres ocupemos los espacios laborales para los que estamos formadas y preparadas. Un discurso pro mujer honesto, es acompañar y colaborar desde el lugar que cada uno pueda, en la construcción de los caminos que conducen a la igualdad y al respeto” concluyó. En esa línea se sinceró y manifestó que su “compromiso pasa por mi propia manera de trabajar, por mi ética artística y personal, por mis convicciones, por tener claro lo que no quiero en mi ‘comarca’”.

“Sé, porque lo llevo a cabo, que una actriz puede, si lo desea, dirigir una obra teatral, puede ocupar un cargo en una dirección artística o ser docente de arte escénico. Una actriz puede ser una excelente gestora cultural, una productora. Para ser una mujer que trabaja en las artes del espectáculo de manera independiente y vive de ello, se necesita audacia y estar dispuesta a correr los riesgos. Creo en el trabajo en equipo entre hombres y mujeres, en la mezcla de energías y también siento que son necesarios los encuentros artísticos de mujeres, creando a partir de una única y compartida sensibilidad” reflexionó.

Volviendo al pasado destaca que lo que la marcó positivamente “fue haberme formado como ser humano a lado de una gran mujer (Cristina Morán), referente ético y profesional para sus colegas mujeres y para las mujeres uruguayas en general”, agradeciendo que “ella me mostró cómo es ser una mujer ‘plantada’ siendo parte de una sociedad básicamente machista, una mujer que se empoderó mucho antes de que se hablara de empoderamiento femenino, antes de la palabra misma”.

Pero como a todas también está aquello que la marcó negativamente expresando que “me afecta y me preocupa la falta de sororidad. La he vivido. Ha sido desagradable y altamente llamativo haber descubierto que muchas veces son las mujeres quienes discriminan a otras mujeres”.

Finalizando anima a que “la lucha por obtener la igualdad debe ser colectiva”, porque “el compromiso es social” y agradece a todas “por escuchar mi voz”.