La nueva economía de la innovación en la era de los chips

Cada 18 meses, según la ley de Moore en 1965, impulsado por la competencia y la innovación, han ido surgiendo nuevos chips de última generación, y con ello creando enormes empresas y monopolios de escala global, así como el establecimiento de nuevas fábricas de producción, el ingreso de nuevos proveedores y sofisticados apalancamientos financieros. Las bolsas de Valores, los capitales de riesgo, el gasto y el financiamiento militar, así como los incentivos públicos y la venta  de aplicaciones comerciales han sido los ejes del soporte financiero en la conformación de la infraestructura empresarial del mundo digital. Sin ellos ninguna máquina puede ya casi existir en el mundo actual. Incluso, tampoco en la guerra, que es casi un video juego que requiere microprocesadores potentes para que los misiles y drones puedan viajar, eludir y focalizar blancos. La industria de los celulares fue el motor que más expandió la microelectrónica, pero las demandas de inversión han terminado siendo tan voluminosas de recursos, que los Estados que están compitiendo por ascender en la escalera de la economía digital han pasado al ser el soporte del negocio. En el 2022 se aprobó en USA, la Chip Protection Act (Ley de protección de chips  semiconductores) y casi enseguida en Eropa la UE Chips Act.,  y muchos otros países  han  establecido políticas de incentivo a la investigación, la inversión, la formación o la protección a sus mercados. Corea con Samsung, Japón con Sony, China con Huawei, Europa y Holanda con ASML y USA con Intel y NIDVIA de Silicon Valley entre otras, muestran las altas relaciones entre empresas, gobiernos y política. Intereses bajos, compras públicas, transferencias directas, exoneraciones, reservas de mercado y apoyo a la investigación aplicada, formación de recursos, etc, han sido algunos de los mecanismos usados para la industria los chips. 

La carrera por la innovación de estas máquinas-herramientas de la era digital es la batalla de la economía,  la palanca de la productividad y la base de las hegemonías globales económicas y militares en el siglo XXI. Sin duda, la investigación aplicada y básica asociada es el motor del sector, así como la formación de recursos. Desde investigar en algoritmos para poner más datos en un mismo espectro de radiofrecuencia, a impulsar nuevas carreras y formaciones del futuro laboral. De estas innovaciones de chips han derivado desde los satélites y las armas, hasta los miles de dispositivos. Es que los semiconductores son el cerebro de las computadoras y de todas las máquinas.

A ellos se llegó por que el desafío no fue copiar sino innovar, al estilo de gestión de la innovación con base en la competencia, capitales de riesgo,  protección de los derechos intelectuales y de emprendedores visionarios y con mucho conocimiento, y a la construcción de una cadena logística global sobre métodos fordistas de producción derivados de la tercerización de los procesos de trabajo. Entre esos aspectos productivos un rol central lo tuvo la separación entre el diseño de chips y su producción, como una de las palancas de la innovación y de la cadena logística global. La producción automatizada de los semiconductores en Taiwán fue una derivación de esa separación entre diseño y fabricación que facilitó la irrupción de decenas de nuevas empresas de diseño sin fábrica en el sector,  que buscaban integrar chips en todo tipo de dispositivos y que diseñaban los chips que producían las grandes factorías a pedido. El diseño y las nuevas ideas e ingenierías pasó a ser el eje de la innovación de la microelectrónica, que se produjo especialmente en la industria de celulares pero que ya está impulsando Internet de la Cosas. Chips más internet fue el eje de la nueva economía mundial del capitalismo de plataformas. Cuantos más datos incluso se podía enviar a la red más dispositivos se podían conectar. Ello facilitó un nuevo paradigma de chips como los GPU creados por NVIDIA de tres dimensiones con capacidad de realizar cálculos en paralelo a alta velocidad, y que resultaron muy eficientes para los sistemas de IA.

Hoy, más allá de los celulares, la esperanza es IA e Internet de las cosas para vigorizar aún más el crecimiento. Estas máquinas-herramientas, las fábricas de chips y las litográficas que hacen las obleas de silicio, son las nuevas grandes manufacturas de producciones miniaturizadas de un nuevo mundo que descansa en la innovación y la articulación entre el software y el hardware, entre el diseño digital y la producción y ensamblado de  miles de componentes, con diseños y procesos de producción fabril más complejos. Es una nueva economía que funciona como una pirámide invertida en cuyo vértice están estos procesos de trabajo centrados en la innovación, el diseño y la producción de chips.   Es la microelectronización del mundo laboral y social por donde estamos caminando a pasos acelerados en esta era digital.

Eco. Claudio Rama

Dr. ED; Dr. DER; Post. Dr

1 Comentario

  1. Los chinos deberían poner un laboratorio de fabricación de chips en Uruguay por estabilidad y capacitación cerca de las tirras raras que tienen en Brasil.

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