El director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Henri P. Kluge, ha advertido sobre el verano «inusualmente cálido» que va a vivir el continente, y ha recordado que el año pasado el calor extremo fue causante de unas 20.000 muertes entre entre junio y agosto. A través de un comunicado, Kluge ha citado un informe de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial que advertía de que Europa se ha estado calentando dos veces más rápido que la media mundial desde los años ochenta, y el calor extremo en los meses de verano «se está convirtiendo en la norma, no en la excepción».
Kluge ha recordado que España y Portugal están ya registrando temperaturas superiores a los 40 grados, lo que «aumenta enormemente el riesgo de incendios forestales». «A principios de mes, Kazajstán fue testigo de mortíferos incendios forestales que se cobraron la vida de al menos 15 personas, 14 de ellas bomberos. Al mismo tiempo, en otras partes de Europa se produjeron inundaciones repentinas y corrimientos de tierra que también se cobraron vidas», ha lamentado.
Viruela del mono
Junto con el reciente aumento del riesgo de calor extremo, Kluge también ha llamado la atención sobre un «reciente resurgimiento» de las infecciones por viruela del mono (mpox), que se ha producido «primero en Estados Unidos y luego en Reino Unido, España, Bélgica y Países Bajos». En concreto, Europa registró 22 nuevos casos de mpox durante el mes de mayo, lo que la OMS avisa como un posible «rebrote». «Aunque esta cifra pueda parecer baja, nos indica que el virus sigue circulando en Europa, afectando especialmente a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y que podríamos asistir a un rebrote», ha asegurado Kluge.