Esta serie, producida por el Sitio de Memoria ex SID, busca exponer el proyecto autoritario y dictatorial que intentó imponer la dictadura en la educación pública del país.
El Consejo Directivo de la INDDHH, con una mayoría de votos, decidió que el episodio titulado «68» no puede ser divulgado, alegando que no presenta una pluralidad de miradas y omite «la otra parte de la historia», refiriéndose a la falta de representaciones que abarquen desde la socialdemocracia de centro-izquierda hasta la derecha democrática. La Red de Sitios de Memoria cuestionó duramente esta postura, señalando que la función del Consejo no es la de actuar como un censor que impone visiones partidarias, sino la de cumplir con su deber de promover la difusión de la memoria, como lo establece la ley.
El comunicado subraya la necesidad de otorgar al Sitio de Memoria ex SID plena autonomía en la construcción de memoria, en diálogo con la sociedad, tal como lo estipula el artículo 7 de la Ley 19.641. Esta normativa asigna a la institución la tarea de facilitar la investigación y proporcionar información clave sobre la dictadura y sus efectos, incluyendo la resistencia, el exilio, el encarcelamiento y la tortura.
«La serie ‘El golpe a la educación’, realizada a partir del testimonio de maestras, profesoras y estudiantes, y complementada con el análisis de historiadores, es fundamental para entender la manipulación educativa que intentó imponer la dictadura», destaca la Red. Además, exigen que el Consejo permita a la comunidad interpretativa que rodea al Sitio de Memoria ex SID evaluar el podcast, en lugar de imponer criterios externos que podrían estar sesgados por intereses políticos.
La Red Nacional de Sitios de Memoria concluye su declaración reafirmando la importancia de mantener la independencia en la construcción de memoria y advirtiendo que esta censura pone en peligro el derecho social a la memoria que el Estado debe garantizar.
No sé los pormenores de esto, pero no se puede dar una visión objetiva de la historia reciente sólo refiriéndose al golpe de estado de 1973 y sus secuelas, sin antes referirse a la situación previa, en los años 60 y 70. Había sectores de la izquierda que se infiltraban en los gremios estudiantiles y de trabajadores, no para resolver su problemática sino para imponer un quiebre institucional y un régimen inspirado en la revolución cubana.