En Emiratos Árabes Unidos continúa celebrándose la conferencia de la ONU sobre el clima conocida como la COP28. Días atrás las discusiones giraron en torno al impacto del cambio climático en la salud, un tema que nunca había sido abordado por esta cumbre.
La COP28 tiene previsto establecer un nuevo plan de acción a nivel internacional, y decidida a incluir hitos sanitarios en su programa. Más de 120 países ya han aprobado este enfoque.
La Organización Mundial de la Salud afirma que la mala calidad del aire podría estar causando hasta siete millones de muertes al año. Si se incluyen fenómenos como el calor extremo, las tormentas y las inundaciones, las víctimas producidas por el cambio climático serían increíblemente numerosas.
Sin embargo, esta es la primera cumbre climática de la ONU que incluye conversaciones sobre salud en su agenda temática. La OMS y otras organizaciones internacionales han apoyado la medida.
«Creo sinceramente que la salud puede producir un cambio significativo en la acción por el clima porque es un tema de interés para todo el mundo… Nuestra adicción al petróleo, el gas y el carbón no es solo un acto de vandalismo medioambiental, desde el punto de vista de la salud es un acto de autosabotaje», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud. Uno de los objetivos de esta conferencia es incluir medidas sanitarias en las contribuciones determinadas a nivel nacional, o NDC.
Con ello se pretende garantizar no solo que los centros sanitarios ahorren energía y reduzcan sus emisiones, sino también evaluar y medir periódicamente el impacto de la acción climática en función de las vidas humanas salvadas y los problemas de salud a los que se enfrentan. La COP28 anunció también su asociación con Bloomberg Philantropies que ha prometido a contribuir con unos mil millones de dólares estadounidenses para aumentar el apoyo a los esfuerzos nacionales para hacer frente a los problemas de salud relacionados con el clima.
