La viabilidad de un “Plan Bukele” en Uruguay

A inicios del año 2023 el presidente de El Salvador, Nayib Bukele anunciaba la inauguración de una megacárcel llamada “Centro de Confinamiento del Terrorismo” para continuar con la lucha contra la delincuencia y las organizaciones criminales denominadas “mara salvatrucha” que habían hecho de El Salvador un país sumamente peligroso. Actualmente es el país con la mayor tasa de población penitenciaria del mundo

En este centro penitenciario, ubicado en una zona rural cerca de Tecoluca y con características similares a un campo de concentración, los presidiarios son aislados por completo del exterior y viven en condiciones que han sido objeto de críticas por parte de los organismos que luchan por los derechos humanos.

Esta acción le dio a Bukele una gran popularidad a nivel nacional lo cual le valió la reelección para un nuevo periodo presidencial gracias a la drástica disminución en la tasa de homicidios en su país.

Durante la lucha contra la delincuencia más de 70.000 personas han sido detenidas en El Salvador, aunque no todas se encuentran confinadas en el “Centro de Confinamiento del Terrorismo” ya que este centro penitenciario es exclusivo para delincuentes calificados como “de alto riesgo”.

 Lo que se vive dentro de la megacárcel es manejado con bastante hermetismo, hay poca información al respecto, pero se han filtrado algunas imágenes donde se puede ver a los detenidos vestidos de blanco, con el cabello rapado, sentados uno junto a otro o corriendo agachados, no pueden hablar sin autorización, duermen en catres sin colchones ni almohadas y la luz permanece encendida las 24 horas.

Sin embargo estas medidas en materia de seguridad y lucha contra la delincuencia del presidente Nayib Bukele son alabadas por una gran cantidad de personas que a través de las redes sociales piden que se implemente un “Plan Bukele” en sus países para combatir a la delincuencia.

¿Qué viabilidad tendría un plan Bukele en Uruguay?

Lo primero que hay que tomar en cuenta es que son dos realidades sociales muy distintas, la inseguridad y la tasa de homicidios en El Salvador llegaba a niveles dantescos de hasta mas de 70 homicidios en 48 horas.

Las políticas de seguridad que rigen a Uruguay en la actualidad también estarían en contraposición con las condiciones carcelarias aplicadas en El Salvador en lo que respecta a los Derechos Humanos por lo que antes de iniciar una medida tan extrema como esa se debería realizar una modificación en las leyes, principalmente en el Código Penal.

Es decir, se podrían tomar algunas medidas de seguridad y adaptarlas a la realidad actual de Uruguay pero no implementar las mismas acciones, sobre todo tomando en cuenta que la delincuencia en Uruguay, si bien ha ido en aumento no alcanza los antiguos niveles de El Salvador, es un contexto social muy diferente, la megacárcel está hecha para detenciones masivas de miembros de pandillas que tenían al país en vilo y obligaron a realizar una suspensión de garantías constitucionales para poder llevar a cabo estas detenciones masivas, donde los detenidos no vuelven a salir al exterior ni tener contacto con sus familiares.

La delincuencia en Uruguay no está centrada en un par de pandillas que operan a nivel nacional sino en delincuentes individuales u organizaciones de mucho menor alcance que operan de forma sectorizada.

Los integrantes de Las Maras de El Salvador ya estaban medianamente identificados, pues estaban acostumbrados a un nivel de impunidad tal que se identificaban con ciertos tatuajes además de poseer un amplio prontuario criminal con reincidencia. Por lo tanto el plan Bukele en Uruguay posiblemente no sea tan viable, sería una inmensa inversión económica en un centro penitenciario que no debido a los reglamentos judiciales vigentes no podría operar de la misma manera que opera el “Centro de Confinamiento del Terrorismo”.

La delincuencia de Uruguay aún es posible de neutralizar sin llevar cabo medidas tan drásticas y sin necesidad de aprobar regímenes de excepciones que empujaron a cometer las vulneraciones a los derechos humanos por parte de las autoridades salvadoreñas.

Sin embargo si sería necesario llevar a cabo ciertas reformas legislativas, realizar una revisión de la actuación procesal y de las sentencias aplicables a ciertos delitos, principalmente en los casos de reincidencia. Aunque se está atravesando un periodo bastante crítico a nivel de seguridad una medida tan autoritaria no es necesariamente la única salida.

Alternativas para combatir la delincuencia sin llegar a medidas extermas

Sería más efectivo el fortalecimiento de los organismos de seguridad, capacitación a nivel criminalística e inteligencia policial de los cuerpos de investigación y llevar cabo una revisión de las sanciones penales, adecuarlas a la actualidad de la sociedad pues en algunos casos las medidas ya han quedado obsoletas, como los casos de las sanciones por reincidencia y la edad de imputabilidad.

No es necesaria la vulneración de la democracia y los derechos humanos aplicando un «Plan Bukele» basta con aplicar estrategias para impedir que sigan creciendo los números de los niveles de delincuencia sin saltarse los debidos procesos y a la Constitución y así evitar además sanciones de parte de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

Eso sí, seria de vital importancia comenzar con estos cambios rápidamente antes que Uruguay caiga también en la lamentable situación de violencia que se vive en otros países.