Las nominaciones del Oscar son una ensalada para quedar bien con todo el mundo

La entrega de la codiciada estatuilla se realiza en el día de mañana.

Nuevamente las nominaciones a los premios Oscar de la Academia de Hollywood acaparan titulares. Una premiación, que se realizará mañana domingo, que parecería desvalorizarse a medida que pasa el tiempo, pagando favores a intereses varios. Es que realmente no se explica como la extraña diversidad de los títulos nominados parecería estar comparando papas con limones entre filmes que guardan una amplia distancia cualitativa.

En lo personal este cronista no puede asimilar que “Top Gun.Maverick”, una película blockbuster ochentosa que -obviamente- ha explotado todo tipo de récord en la taquilla pueda competir como Mejor Largometraje con “Tar”, por ejemplo. No es que el filme bélico no sea un atendible desempeño profesional en lo que hace a los efectos especiales y manejo narativo. (También tiene una nominación como Mejor Guión Adaptado ¿?) pero de ahí a que pueda establecerse una mínima relación de arte cinematográfico, el camino es bastante difuso. Algo similar ocurre con “Avatar”, otro impresionante super espectáculo de fantaciencia que dificilmente pueda marcar un mínimo nivel de comparación con “The whale”, uno de los filmes más claustrofóbicos de los últimos tiempos. En definitiva hay diez películas nominadas a Mejor Largometraje en donde, a juicio de quien suscribe, podrían estar sobrando dos o tres filmes (A no ser que Hollywood quiera establecer otra categoría -como hace la Cámara del Libro premiando a los ejemplares más vendidos- agregando una distinción a los largometrajes que venden más entradas).

Quien suscribe también se anima a pronosticar una repartija como para quedar bien con todos y cada uno se lleve un premio para la casa. Por ejemplo: ¿”Los Fabelman” es la mejor película de Spielberg?. Diríamos que no pero sí es la más autobiográfica, con una escena final que hace el deleite de todo cinéfilo. ¿Le darán el premio como Mejor Director? A lo mejor sí, como ya pasó en los Globos de Oro.

¿Y qué decir de Brendan Fraser con sus kilos de maquillaje encima que ya obtuvo el Premio al Mejor Actor del Sindicato de Críticos de Hollywood? ¿Podrá superar la inmensa caracterización de Colin Farrel en “Los espíritus de la isla”, que también se llevó su premio en el reciente Festival de Venecia? (Ojo también con Austin Butler que viene ganando puntos por su caracterización de “Elvis”, que tuvo llevó su premio Bafta, entre otros).

Va a estar peleado. Ahora, si habamos de Mejor Acriz, al parecer las cartas ya están echadas sobre la mesa para que Cate Blanchet vuelva a repetir las disticiones que ha logrado por “Tar” (Copa Volpi, Globo de Oro, Premio Bafta, Premio de la críitica, etcétera, etcétera, etcétera).

Pero volviendo al tema central de la nota, ¿tiene sentido que la biopic “Elvis” compita con la desgarradora “Sin novedad en el frente” sin contar que -inexplicablemente- su director Edwar Berger haya quedado fuera de las candidaturas a la Mejor Dirección. No es que la ficción dramatizada sobre Presley no esté bien lograda pero suena a kilómetros de distancia del mencionado largometraje alemán que ya ha sido galardonado por la Asociación de Críticos de San Diego como Mejor Película Internacional.

Menos posibilidades quizás tenga “El triángulo de la tristeza” de Ruben Óstlund o “Ellas hablan” de Sarah Polley aunque nunca se sabe. Siempre aparece alguna distinción en otro rubro de los filmes como para que todo el mundo se vaya contento.

De todas maneras, para quien se toma el atrevimiento de suscribir estas líneas no puede dejar de expresar su sorpresa por la sobrevaloración que -a juicio personal- se le ha dado al largometraje “Todo a la vez en todas partes”, un drama fantástico que parece asimilarse a los multi-universos del Dr. Strange o el Hombre Araña. Por su parte, la actriz Michelle Yeoh ya ha conquistado su Globo de oro por su multifacética interpretación de personajes diversos en la paralelas dimensiones del cosmos.

Es el filme que tiene más nominaciones (once en total, incluyendo a la actriz mencionada, a los directores Kwan/Scheinert, actriz de reparto, actor de reparto y guión orignal, entre otros). Como proeza técnica de edición digamos que el filme es de un ritmo excelente. Pero de ahí a que se le quiera asignar una cuota simbólica/filosófica sobre minorías o revaloración feminista, el análisis se hace bastante discutible. Por último, a lo mejor “Sin novedad en el frente” se queda con el premio a mejor Película Internacional. Sería una lástima que le arrebatara el trofeo a “Argentina 1985”. En fin.

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