La educación superior a escala global y también en América Latina está sujeta a fuertes demandas de transformaciones en todas sus dimensiones, niveles y modalidades como resultado de cambios en los mercados de trabajo y las TIC. Sin embargo una de las tragedias educativas es que la falta de transformaciones acordes a esas demandas en la formación de posgrado y en sus pedagogías y formas de organizar la apropiación de conocimientos. Ello contrasta con el hecho de que los posgrados tienen una mayor vitalidad por ser el nivel en el cual se expresa la educación especializada que es donde se producen los mayores cambios. Por ello los impulsos de transformaciones en la enseñanza se están procesando a escala global más rápidamente en el nivel de posgrado que en las carreras de grado, donde la excesiva regulación por los organismos públicos, las exigencias restrictivas de los colegios profesionales o los paradigmas pedagógicos obsoletos, han limitado la innovación educativa. Así, a escala global, es en los posgrados donde se están introduciendo las mayores innovaciones curriculares, pedagógicas, incorporando el uso de tecnologías de comunicación e información, incluyendo sincronía y asíncrona digital e IA. Ello especialmente en los países que luchan seriamente por ingresar en sociedades del conocimiento, como se constata en el Proceso de Bolonia de la Unión Europea. Es claro que en el nuevo contexto la existencia de una enorme demanda para incrementar la oferta de posgrados, con ofertas más flexibles (cursos trimestrales, nocturnos, sabatinos, intensivos, y en red), con uso intenso de múltiples sistemas de acumulación de certificaciones), así como de procesos de enseñanza basados intensamente en recursos de aprendizaje interactivos y automatizados como los MOOCs (Cursos Masivos Abiertos y en Línea), así como dinámicas de interacciones tutoriales automatizadas gracias a la Inteligencia Artificial. Ello se acompaña con enfoques por competencias laborales articuladas a las reales oportunidades del mundo del trabajo. También entre las muchas innovaciones destaca un mayor grado de internacionalización y virtualización de los postgrados.
Con la pandemia, tanto las ofertas de grado como de posgrado, tradicionalmente presenciales se transformaron en ofertas virtuales. Sin embargo, mientras que en la postpandemia, la oferta a nivel de grado volvió en su casi totalidad a modalidades presenciales, en el caso de los posgrado, por suerte, se han mantenido con alta intensidad las modalidades virtuales de las ofertas impuestas en la pandemia. El posgrado se ha conformado como el nivel de la educación superior donde las innovaciones pedagógicas y demás transformaciones curriculares y tecnológicas se están expresando con alta intensidad incluso en nuestra conservadora comarca. Sin embargo, también se aprecia nuestro retraso en los enfoques pedagógicos, en la innovación y los niveles de flexibilización curricular, en parte por causa de paradigmas pedagógicos cada vez más vetustos y falta de política de transformación en este tema. Entre los muchos cambios en el nivel de posgrado a escala global que se están produciendo y que se deben tomar en consideración, encontramos los Bootcamp, así como las ofertas de MOOCs, que agregan calidad y cobertura.
Los Bootcam, constituyen un entrenamiento intensivo e inmersivo para adquirir rápidamente habilidades, en general prácticas. Inicialmente asociados a programas relacionados a las innovaciones en tecnologías, se han generalizado a muchos otros campos disciplinarios contribuyendo a facilitar rápidos procesos de formación y de ingreso al trabajo a sus egresados. Son una nueva modalidad de formación intensiva, generalmente en red, con temarios concentrados, alta intensidad de uso de recursos de aprendizaje, aprendizajes prácticos, colaborativos y orientados a resultados, y que en general se apoyan en aprendizajes basados en proyectos o en portafolios de trabajo profesional. Con menos tiempo de duración, más intensidad y focalización temática, están centrados en competencias laborales y menos dedicados a transferir otras competencias o conocimientos generales no relacionadas con la formación específica. Son un tipo de formación innovadora, con alta eficiencia para los estudiantes, y constituyen una nueva forma de educación intensiva y, a veces, inmersiva, diseñada para adquirir competencias profesionales prácticas, donde el aprendizaje se desarrolla resolviendo problemas reales y desarrollando proyectos. Incluso no siempre requieren tener estudios universitarios o experiencia previa, y son accesibles para gente sin formación ni experiencia.
Otra innovación en la formación de posgrado y que también se carece en Uruguay está dado por las Maestrías y Especializaciones apoyadas dominantemente en MOOCs, y que permiten aprendizajes flexibles, estructurados, con actividades prácticas y evaluaciones continuas, y que permiten a los estudiantes poder avanzar en sus estudios en forma flexible y a su propio ritmo, ajustando su aprendizaje a sus reales necesidades y posibilidades. El mundo del futuro son los posgrados, pero también con nuevos paradigmas. Repetir las formas tradicionales, en el mundo de la IA, no es el camino a resolver un problema real como es la falta de profesionales actualizados con posgrados.