El capitán y referente de la selección, Luis Suárez, compareció este viernes ante la prensa luego de que la «Celeste» cayera eliminada pese a vencer a Ghana por marcador de 2-0. En su intervención, el «pistolero» descargó su molestia por la eliminación y contra la FIFA por materia de arbitraje y organización.
Luego de que se le consultara, Suárez no esquivó las preguntas sobre el arbitraje y se mostró bastante crítico al respecto. “Las imágenes están ahí. El penal de Josema (Giménez) nos perjudica por los goles en contra», comentó en el arranque. «El penal a Darwin (Núñez)… El de Edi (Cavani) también tiene contacto, yo veo penal a Edi porque le corta la carrera y pone el cuerpo adelante», aseveró.
«No son excusas, pero se están cobrando cosas increíbles en la Copa del mundo. Gente de la FIFA y el Comité de Árbitros tienen que dar explicaciones sobre en qué se basan para cobrar los penales increíbles que se están cobrando y a nosotros hoy no nos dieron dos”, añadió.
Posteriormente, Suárez se quejó contra la organización del Mundial. «No es excusa pero después del partido quiero ver a mi familia y vienen a decirme que no podían bajar mis hijos cuando un jugador de Francia el otro día estaba con los hijos en el banco de suplentes», dijo.
«No es excusa, pero también tenemos que responder a esa falta de poderío. Parece que Uruguay tiene que tener más poder, la FIFA siempre está en contra de Uruguay”, concluyó.
«No pasó lo que queríamos, que era pasar de fase. Somos fuertes en el mata-mata y cualquier cosa podía pasar», dijo. «Estoy fastidiado por la situación, porque estuvimos ahí», agregó.
“Somos autocríticos de que lo del primer partido no estuvo a la altura, pero hoy es un día para hacer reflexión de que dimos lo máximo. Teníamos que ganar, lo hicimos y depender de otro resultado, pero llegamos a estos tres puntos por nosotros mismos”, sostuvo.
Sobre la despedida de referentes (Godín, Cavani, Cáceres y él) dijo que «se dio como se dio». «Estábamos con una ilusión bárbara y tenemos que estar orgullosos de que dimos el máximo cada uno de los referentes. Nos fuimos de la forma que no queríamos”, añadió.
Suárez no escondió su «tristeza y desilusión». «Tuve la suerte de jugar mi cuarto Mundial, y yo pensaba en mi hijo de cuatro años, que se va con la imagen de tristeza. Es difícil, pero toca afrontar la situación y animar a los compañeros que siguen”, expresó.
“Orgulloso de ser uruguayo aunque no nos respeten”, amplió más tarde y cerró: “gracias a cada uno de los uruguayos que nos apoyaron en cada parte del mundo”.
