El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, ha adelantado que a lo largo de este mes el Gobierno presentará una nueva propuesta de ley para regular entre la población civil el acceso a las armas, después de laxa legislación de la anterior administración de Jair Bolsonaro que instauró una suerte de «salvaje oeste».
Esta nueva legislación se suma a una serie de derogaciones firmadas por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante su primer día de mandato en relación a este asunto, a unas normas de Bolsonaro, que en la práctica facilitaban el acceso a las armas.
«Este decreto viene a recomponer el sistema que, durante el gobierno de Bolsonaro, fue desmontado», ha dicho Dino en una entrevista para GloboNews. «Vamos a intentar hacer algo que, en primer lugar, acabe con esa ‘liberalización general’, los abusos, el salvaje oeste, que se montó ahí», ha explicado. «Sobre todo porque inclusive es una amenaza a la seguridad pública, a la seguridad de los policías», ha añadido Dino, quien también ha reprochado que «muchas personas» ganaran dinero con esa norma. «Ilegalmente las pandillas compraron armas y municiones», ha denunciado.
Dino no ha ahondado en las nuevas normas que regirán la ley, pero sí ha subrayado que servirá para «armonizar» las actividades legítimas de aquellos usuarios, como coleccionistas y cazadores, con la intención del nuevo Gobierno de poner coto al acceso discriminado de este tipo de armamento. El Ministerio de Justicia informó la semana pasada que 939.154 armas habían sido inscritas en el nuevo sistema de la Policía Federal antes del marco fijado por el Gobierno, que decidió unificar los registros de la Policía y el Ejército.
A su vez, detalló que 6.168 armas de uso restringido que estaban inscritas en el servicio del Ejército no han sido registradas en el nuevo servicio, que depende de la Policía Federal. Aquella que no lo estén serán consideradas ilegales, y sus portadores, sancionados.