A los 85 años falleció Marcello Gandini, uno de los diseñadores de Lamborghini. Hace un par de meses, el Politécnico de Turín le entregó a Gandini una licenciatura Honoris Causa en Ingeniería Mecánica, y el diseñador contó la siguiente anécdota: «Mi padre era director de orquesta y quería que me convirtiera en pianista. Sólo cuando se subió al Lamborghini Miura se dio cuenta de que sabía hacer sonar otras notas: las de los motores. Los orígenes de mi formación residen en una tradición familiar que no contemplaba muchas digresiones: la salida natural eran los estudios humanísticos, literarios, clásicos. Pero yo me he rebelado y he seguido mi camino».
Gandini no solo se dedicó a los autos, sino que al diseño en general; antes de trabajar en Bertone, fue diseñador de interiores y solo se le abrieron las puertas del estudio de Nuccio Bertone, después de que Giorgetto Giugiaro dejará su puesto para irse a Ghia, unos años antes de fundar Italdesign.
Durante los 14 años que trabajó en Bertone, Gandini propuso diseños radicales únicos, buscando que cada creación fuera diferente al anterior, a pesar de que siempre prevalecieron las formas cuneiformes y en varios casos, las puertas «de tijera» que están inmortalizadas en los Lamborghini más potentes, y luego se independizó, con una reputación consolidada.
