El precandidato de las elecciones presidenciales por el Frente Amplio, Mario Bergara, fue disertante invitado en la continuación de ciclos de “Desayunos de Trabajo” con los Precandidatos a las internas, organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM).
Bergara fue contundente al explicar que “los resultados de las reformas que lleva adelante el actual gobierno, fueron mediocres, sobre todo en materia económica” y que su plan de gobierno si tendrá agenda de crecimiento y redistribución de los ingresos.
“No se pueden cerrar las cuentas a costa de recortar recursos de las políticas sociales que afectan a los sectores más vulnerables de la población, no es nuestra forma de verlo” aseguró el senador, a su juicio eso genera desequilibrio en las capacidades de producción.
“Nosotros apostamos a la importancia de la promoción de inversiones como eslabón principal de todo proceso económico. Porque sin inversión no hay producción, no hay empleo, no hay distribución y tampoco capacidad de cobrar impuestos”, continuó “pero ese crecimiento tiene que venir acompañado de distribución”.
En cuanto al déficit fiscal, sentenció que él quiere “avanzar en una regla fiscal, que tenga que ver con metas bien definidas y con un mecanismo que si te vas a pasar, en todo caso pidamos una ampliación”, aseguró que para él la regla fiscal no es una regla que realmente opere y que está de acuerdo con la creación de los Consejos Asesores, pero que no sean designados por el Ministerio de Economía.
En el tema de educación, destacó que en los últimos gobiernos del FA, los indicadores en la educación mejoraron y criticó al actual gobierno al no involucrar al ecosistema educativo en la reforma. “Quién puede pensar que se puede implementar una reforma del sistema educativo, sin el compromiso y el diálogo profundo de la comunidad educativa; docente, padres, madres” señaló.
Atraso cambiario
Durante el panel de preguntas, contestó una realizada por Grupo R Multimedio y que hace referencia al precio del dólar. Al respecto indicó que se vive “el atraso cambiario más grande del siglo XXI ante la pasividad del gobierno y del Banco Central”. El economista y ex vicepresidente del BCU, señaló al respecto que “hace dos años y medio que el Banco Central no interviene en el mercado de cambios, que no compra un dólar y que ve pasivamente cómo bajó” acotando que la autoridad monetaria cuenta con mecanismos para “contribuir a corregir ese desalineamiento”.
No obstante admitió que una suba del dólar podría impactar en la inflación, aunque dijo que eso sería “absolutamente manejable por la economía uruguaya”. Para el precandidato frenteamplista a la Presidencia, “no podemos dejar de lado ese tema como diciendo: ‘que lo resuelva el mercado’ y mientras la producción sufre, la exportación sufre, el empleo sufre”.
Por otra parte se manifestó contrario al plebiscito sobre cambios en la seguridad social, lo cual incluyen la desaparición de las Afaps.
FRANTEAMPLISTA: YO SÉ QUE LA INTELIGENCIA NO ES TU FUERTE, NOSOTROS ESTAMOS DISPUESTOS A AYUDARTE: WOW !! AHORA EL «GRASA» VERGARA APUESTA A LOS INVERSORES !! LOS CAPITALISTAS EXPLOTADORES DE LOS TRABAJADORES !! SE PREOCUPA POR EL ATRASO CAMBIARIO, HACIÉNDOLE LOS MANDADOS A LOS ESTANCIEROS Y A LOS DUEÑOS DEL URUGUAY !! Y EL SOCIALISMO ?? …Y VOS COMO UN PELOTUDO LO APOYAS…ADEMAS MIENTRAS SIGAS VOTANDO A LOS «GATOS DE IGLESIA» MICHELINI Y MIRANDA, AL «CERRAJERO» ORSI (ESPECIALISTA EN TRAVAS), LA HELADERA OLIVERA, EL PILDORITA CARRERAS, EL PACHORRA SANCHEZ, LA CACATUA VILLAR, EL «ENAMORADO» OLMOS Y EL LADRILLERO ANDRADE, VAS A PERDER LAS ELECCIONES.
Es un error que Vergara desista muchos van a votar en blanco
Bergara
Es cierto, dejaron la motosierra guardada cuando debían prenderla 24 horas, estamos de acuerdo bergoña. El proximo gobierno entramos de punta , solo quedan las inversiones en el interior productivo, el resto del gasto del estado pasa por la motosierra y la licuadora molinex.
Y sí, que suba el dólar. Es lo que hicieron durante quince años, privilegiando a los de siempre jodiendo a trabajadores y jubilados, que son los que terminan pagando la «competitividad».