El fallecimiento fue repentino, debido a que la actriz se encontraba en perfecto estado de salud, hasta al menos el pasado domingo, cuando acudió al Teatro Español con el fin de ver la representación de “Luces de Bohemia”, en donde participaba su hija y también actriz María Isasi. La Academia de Cine Español, entidad que presidió del 2000 al 2003, señaló en un comunicado «el cine español se queda sin una de sus actrices más icónicas, Marisa Paredes, que deja tras de sí una larga carrera en la que el público ha podido verla en más de 75 ocasiones en la gran pantalla”.
Su amigo y director Pedro Almodóvar, dijo “es como si la muerte hubiera jugado sucio”.
Paredes no solo fue un rostro icónico del cine de Almodóvar, también fue su musa, su cómplice y su amiga. Trabajaron juntos en algunas de las películas más importantes que nos han marcado a todas: Tacones Lejanos, La Flor de mi Secreto o Todo sobre mi madre.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha destacado la «voz comprometida» de Marisa Paredes con la cultura y con las causas sociales y su perspectiva «progresista» de la vida y de la sociedad y al mismo tiempo que ha ensalzado su fuerza y su carisma «absolutamente arrolladora».
En una carrera de más de seis décadas, también participó en películas como El espinazo del diablo (2001), del mexicano Guillermo del Toro, y La vita è bella (1997) del italiano Roberto Benigni.