Maruja Vieira, la “Mama grande de la poesía en Colombia”

La poeta colombiana, Maruja Vieira, falleció este sábado, 28 de octubre, a los 100 años de edad. La noticia fue confirmada por su hija, la también poetisa, Ana Mercedes Vivas. “La muerte en nuestra casa conoció su fiel palabra, todo fue tan sencillo como el partir de un barco” señaló la hija de la periodista.

La escritora se encontraba internada en la Clínica Marly de Bogotá, donde estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos luego de sufrir un accidente cerebro vascular. Según contó Ana Mercedes Vivas, este miércoles 25 de octubre, Vieira White estaba viviendo sus últimos días.

El ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, informó que la Cancillería de Colombia rendirá un homenaje a la vida y obra de Maruja Vieira, lanzando un librillo denominado ‘Sueños de otros caminos’, el cual será “una antología de 30 poemas de la artista recopilados para complementar el homenaje hecho en septiembre por sus por 100 años de vida”.

La “Mama grande de la poesía en Colombia”, como la bautizaría en 2012 el también poeta Gonzalo Mallarino, publicó en 1946 sus primeros poemas y artículos en el Suplemento Literario del diario El Tiempo y en 1947 su primer libro, Campanario de lluvia.

Además de mantener por muchos años su “Columna de humo” en el diario El Espectador, fue colaboradora de El Nacional, El País y El Heraldo, de Colombia; de El Universal, de Caracas —ciudad donde trabajó para la Radio Nacional de Venezuela y la Televisora Nacional—, y de otros periódicos y revistas de América Latina. También dirigió programas de radio y televisión. Fue redactora de Siglorama en el periódico El Siglo, de Bogotá, y redactora y editora cultural de la revista Guion.

En su larga vida entabló amistad con escritores de la talla de Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias, Arturo Uslar Pietri, Nicolás Guillén, León de Greiff, Elisa Mújica, Meira del Mar, Dora Castellanos y Matilde Espinosa.

Publicó, entre otros títulos, Campanario de lluvia (1947), Los poemas de enero (1951), Poesía (1951), Palabras de la ausencia (1953), Ciudad Remanso, Popayán (1955), Clave mínima (1965), Mis propias palabras (1986), Tiempo de vivir (1992), Sombra del amor (1998), Todo lo que era mío (2008), Rompecabezas (2010), Todo el amor buscando mi corazón (2012), Antología personal (2017) y Una ventana al atardecer (2019). Entre los muchos reconocimientos que recibió se encuentran el premio de la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral (2005) en grado de Gran Oficial, que recibió de manos del presidente de Chile, Ricardo Lagos. Además, el premio Erato de la Corporación Arte y Poesía en la Calle (2009), del municipio de Sabaneta (Antioquia), y el premio Vida y Obra (2012), del Ministerio de la Cultura de Colombia. En 2022 fue condecorada con la Orden Nacional al Mérito en grado de Gran Cruz, de manos del canciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán.

Al cumplir cien años, en diciembre de 2022, se realizó una gran lectura virtual de su poesía en la que participaron cien personajes de la cultura, así como ciudadanos, estudiantes y amigos. La autora donó toda su biblioteca a la Universidad de Caldas, con libros firmados por Neruda, Rafael Alberti, sus álbumes de autógrafos, el soneto que Miguel Ángel Asturias y Miguel Otero Silva le escribieron, el verso que le dedicó Nicolás Guillén y el trozo de un concierto manuscrito que le hizo Heitor Villa-Lobos.

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