Desde que entró en vigor el alto el fuego en Gaza el viernes, los equipos de rescate han recuperado más de 200 cuerpos de palestinos entre los escombros y en áreas que permanecían inaccesibles durante los combates, informaron este domingo las autoridades sanitarias locales.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas se hallaron al menos 117 cadáveres, mientras que el sábado la cifra había sido de 116. Las autoridades advirtieron que aún quedan numerosas víctimas bajo los restos de edificios destruidos y en calles a las que los equipos de emergencia no pueden llegar.
La Defensa Civil de Gaza estima que alrededor de 9.500 personas continúan desaparecidas y presume que la mayoría podrían estar muertas bajo los escombros.
Hasta este domingo, el Ministerio de Salud reportó 67.806 fallecidos y 170.066 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí, el 7 de octubre de 2023. En total, más de 237.000 personas han muerto o resultado heridas, lo que representa más del 10% de la población de Gaza antes del conflicto.
Expertos y estudios independientes sugieren que estas cifras podrían estar subestimadas hasta en un 40%, por lo que el número real de muertes violentas podría rondar las 100.000 personas. A esto se suman las muertes indirectas causadas por el asedio israelí, la falta de alimentos, la propagación de enfermedades y el colapso del sistema sanitario.
El acuerdo de alto el fuego incluye la entrada de al menos 600 camiones diarios con ayuda humanitaria, la cantidad mínima que la ONU considera necesaria para aliviar la crisis alimentaria. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), respaldada por Naciones Unidas, y la red FEWS Net, financiada por Estados Unidos, habían determinado en agosto que se estaba produciendo una hambruna en Gaza y el norte del enclave.
Pese a ello, la ofensiva israelí sobre la ciudad de Gaza continuó hasta la semana pasada. De acuerdo con estimaciones locales, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) destruyeron o dañaron el 83% de los edificios de la ciudad. Desde el alto el fuego, más de 500.000 personas desplazadas han regresado a la zona, encontrándose con una devastación casi total.
