Singapur, esa preciosa isla con circuito urbano, nos dio una carrera en donde se podía consagrar por décima vez en su historia la escudería papaya como campeón de marcas. Lo que significa: el equipo que suma más puntos con sus dos coches. Para muchos este es el título realmente importante, más que el de pilotos, tanto por el premio económico como para dar confianza a los inversores. Ustedes decidirán cuál les es más relevante como espectadores. Con un tercer puesto estaba asegurada la copa por más que faltan varias carreras. Como el año pasado se levantó el trofeo, ahora solo por detrás de Ferrari que tiene 16, se termina el empate en 9 con Williams. La nombrada escudería no ha vuelto a estar entre los equipos top, McLaren tuvo un resurgimiento el año anterior, nos hizo recordar el campeonato ganado por Hamilton antes que Mercedes decidiera probar suerte con un equipo enteramente propio.
Mika Pauli Häkkinen fue el primero de esta agrupación que vi ganando con McLaren en 1998 y 1999. En esa época Finlandia había encontrado un equipo para quedarse. Tampoco podemos olvidar a Senna, cuando no había color naranja y nuestro eterno héroe iba en el coche rojo y blanco por los colores de Marlboro. A todos se nos grabó a fuego su rostro y la bandera brasileña en las retinas. Por eso es tan importante el legado de Bruce McLaren.
Ahora veremos cual piloto se lleva la palma, y todo está que arde, como les decía en otras columnas. A Singapur lo conquistó Russell de Mercedes, ganador de principio a fin. La salida fue emocionante, Lando pudo adelantar a Piastri, el que por ahora se perfila como campeón. En ese adelantamiento hubo contacto con su compañero de equipo y con Verstappen.
Los comisarios dijeron que fue una maniobra de carrera, no hubo amonestación y no era necesario que Norris devolviera posición. No estoy de acuerdo con lo que dijo Piastri en radio sobre el juego limpio. Había que dar batalla y se dio. Entiendo el descontento del piloto, pero no hubo intencionalidad. Seamos objetivos y dejemos de lado los comentarios fanáticos y sin base de estudio que vemos en algunos medios y en las redes sociales. Claro que entiendo la frustración, pues de nuevo el equipo hizo una de las dos paradas en boxes de forma desastrosa. ¿Recuerdan que Lando tuvo varias así en todas las últimas carreras? Aquí le tocó a Piastri. Los mecánicos deben estar bajo mucha presión o ya hay que dejar la estrategia de hacer entrar a los dos coches a una vuelta de diferencia. Cierto, Oscar se retiró los auriculares de la radio cuando se lo felicitaba por el título de marcas. Estuvo distante pero también se unió brevemente a los festejos de forma tardía. Hay que comprender el mal humor. Hubo rivalidades históricas entre compañeros de equipo, esta no lo es. Creo que su manager, el querido Mark Webber, expiloto también y que supo sufrir en Red Bull, ya debe tener más que hablado este tema. Se viene la definición. Carreras cortas y largas, regreso a Brasil y mucho más. ¡Vale la pena estar atento al asfalto!
