En Argentina el 24 de Marzo es el Día de la Memoria que recuerda los aberrantes episodios ocurridos durante la última dictadura militar en Argentina.
Esta fecha se ha convertido en una fecha especial para la administración libertaria. Tal y como ocurrió el año pasado, este año el Gobierno volvió a difundir un video en el que insistió con la necesidad de contemplar lo que, a su juicio, se denomina “Memoria completa”.
La excusa fue reordenar. El resultado; la muerte. Hace 40 años, un 24 de marzo de 1976, Argentina se sumía en su última pesadilla de sangre y muerte, un golpe de Estado encabezado por las fuerzas militares que cortaron una sucesión de gobiernos democráticos. Lo llamaron Proceso de Reorganización Nacional. El Proceso.
Desde que los militares intervinieron en la vida política de la Argentina del siglo XX, en 1930 cuando derrocaron a Hipólito Yrigoyen, cada vez esperaron menos para accionar contra la democracia.
Desde el ’30 pasaron trece años para el segundo alzamiento en 1943, que trajo la caída de Ramón Castillo; el tercero en 1955 (luego de doce años) fue cuando la Revolución Libertadora derrocó a Juan Domingo Perón.
El cuarto, en 1962, tardó siete años y Arturo Frondizi fue derrocado por Raúl Alejandro Poggi; el quinto golpe sólo esperó cuatro años, ya que el militar Juan Carlos Onganía reemplazó al presidente Arturo Illia.
Finalmente el sexto y último gobierno de facto llegó en 1976. Pasaron diez años de lo que parecía una costumbre argentina: que las botas patearan los votos.
El Proceso depuso a la presidenta de la Nación Argentina, María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo. A la una de la madrugada, el general José Rogelio Villarreal le dijo: «Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país, y usted queda arrestada».
Comenzó a gobernar un tridente oscuro que pasaría a la historia por un salvajismo inusitado: el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti.
El golpe armó un póquer de atrocidades: inició un tremendo terrorismo de Estado, perpetró una constante violación de los derechos humanos, gestó y sistematizó la desaparición y muerte de 30 mil de personas y allanó la apropiación de recién nacidos. Crímenes de lesa humanidad que duelen con solo mencionarlos.
El video tuvo el texto y la voz de Agustín Laje, un joven escritor de la denominada “nueva derecha”, que fue nombrado presidente de la Fundación Faro, el think tank que puso en marcha Javier Milei para sostener y difundir las ideas libertarias.
Milei da la “batalla cultural” que propone La Libertad Avanza.
El video se llevó a redes sociales ocurrió a horas de una masiva marcha opositora que encabezan organizaciones sociales y políticas para exigir Justicia y el reclamo permanente por la reaparición de 30 mil detenidos desaparecidos.
El video se publicará en el marco de los 49 años del derrocamiento de María Isabel Martínez de Perón por parte de la Junta Militar en 1976. El año pasado, el Gobierno difundió un video de casi 13 minutos de duración y renombró a la fecha como “el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia Completa”.
Desde la semana pasada había trascendido que se iba a difundir un nuevo video y este domingo se confirmaron algunos detalles, como la participación de Agustín Laje, un filósofo que a fines del año pasado publicó el libro “Globalismo”, que actualiza la doctrina libertaria, y acusa a los “meta capitalistas” de imponer una agenda ultra progresista. Laje es uno de los que lidera la denominada “batalla cultural”, contra la cultura woke y las posiciones de tinte progresista, tanto en materia económica, como política y, sobre todo, social. “En La Libertad Avanza no adherimos a la historia oficial, que sostienen la izquierda, el kirchnerismo y los organismos de derechos humanos”, dicen en Casa Rosada, respecto del 24 de Marzo.
Y advierten que “hay que recalcar que hubo terrorismo en la Argentina desde antes del golpe del 76″, al tiempo que califican a esa época como “una de las partes más oscuras de la historia argentina” y consideran que si bien no se puede reivindicar la actuación de los militares que encabezó Jorge Rafael Videla, “hay que mostrar que del otro lado también había gente despiadada”.
Es atroz, además de absurdo negar los crímenes de la dictadura. Si los propios genocidas se vanagloriaban de sus delitos -se escuchó muchas veces la frase «estamos ganando la Tercera Guerra Mundial»- no tiene sentido negar lo evidente. No se puede tapar el sol con la mano: ahí están los miles de muertos, los 30.000 desaparecidos, los niños arrancados a la madres, muchos de los cuales han sido recuperado -ni hay testimonio más desgarrador-. HItler y Mussolini los tildarían de exagerados…