Miles de mujeres se hicieron presentes este miércoles 8 para manifestarse en la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer (8M). La Intersocial Feminista, que fue una de las agrupaciones que organizó la marcha por el centro de Montevideo, presentó una proclama que fue leída al llegar a la Universidad de la República, en una declaración que atendió diversas reivindicaciones que .
En la marcha se pudo observarla particularidad de que había sectores que estaban como separados e identificados, es decir, representantes de la salud por un lado, trabajadoras del Poder Judicial por otro, docentes de la educación, artistas callejeros y demás ámbitos. También, y por separado, transitó en la marcha el colectivo LGBTQ y varias organizaciones feministas. En la masa de público pudo verse la presencia de muchas mujeres de la tercera edad, otras bailando y cantando, otras tocando el tamboril, algunas ondeando banderas, como así también muchas niñas pequeñas. La proclamara se leyó al llegar a la UdelaR.
Los colectivos de conforman Tejido Feminista se sumaron a la marcha en la esquina de la calle Santiago de Chile –partieron desde la Rambla-, haciendo que creciera el volumen de personas transitando por la avenida 18 de Julio. Las integrantes del movimiento llevaban un cartel que decía: “Frente al saqueo de la vida tejemos Cuidado, goce y rebeldía”. Hubo hombres presentes, pero estos eran muy pocos, y en muchos casos, acompañando a mujeres que transitaban por la marcha. En medio de la movilización se pudo ver también a integrantes de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos marchando con las pancartas de las mujeres desaparecidas durante la última dictadura.
Según la Intersocial Feminista, hubo más de 40 marchas en todo el territorio nacional. Bajo la consigna “Lucha Feminista contra el hambre y la opresión” y con el título “Todo lo que el Estado no hace, lo hacemos las mujeres”, el comienzo de la proclama, leído por mujeres representantes de la Red de Ollas Populares, y con el apoyo y respaldo de la Plataforma 8M de la Intersocial, señaló que “Un nuevo 8M nos encuentra a las mujeres juntas en las calles, luchando contra la opresión patriarcal, denunciando la violencia y el abandono del Estado. Estamos en 2023, el primer año fuera de la pandemia, y a pesar de los anuncios del gobierno que indican mejoras en las condiciones económicas el hambre no ha cesado”..
“Las mujeres de las ollas y merenderos sostienen barrios enteros a lo largo y ancho de todo el país. Esta respuesta popular y feminista expone escandalosamente la ausencia del Estado que ya retiró los apoyos a las ollas, precisamente en este mes de marzo. El ataque a la solidaridad y a las acciones colectivas se profundiza en la medida que avanzan fuerzas conservadoras y fascistas en los territorios, en los medios de comunicación y en la política”, leyó una de las mujeres ante miles de manifestantes.
“En lo que va del año, 5 mujeres fueron asesinadas y 45 en 2022; 8 niños fueron asesinados por sus padres en el mismo año; aún esperamos justicia por las mujeres trans asesinadas; seguimos en Emergencia Nacional sin una estrategia del Estado y siendo constantemente revictimizadas. La Asociación de Defensores de Oficio denunció las condiciones edilicias del Juzgado Especializado de San Carlos, donde víctimas y victimarios se encuentran en la misma habitación”, explicaron desde la Intersocial Feminista.
Sobre la reforma de la seguridad social, se expresó en la proclama femenina que “nos afecta más a las mujeres, por el hecho de percibir el 78,4% del total de ingresos de los varones (Inmujeres, 2021). Por otra parte, la informalidad laboral es mayor en mujeres del interior del país. Las mujeres pobres tienen una tasa de empleo del 38% (ONU Mujeres, 2021). Y, si a esto le agregamos que las mujeres dedican ⅔ de su tiempo al trabajo no remunerado y sólo ⅓ al remunerado y sumamos el alargamiento de la vida laboral, se agudiza la tensión entre nuestra doble jornada laboral (trabajo remunerado y no remunerados), y por tanto la perpetuación de la precariedad de nuestras vidas”.
“Las mujeres afro, siguen siendo víctimas del colonialismo, capitalismo y racismo imperante, que las somete a la pobreza, a la indigencia, las criminaliza, las mata y descarta como basura, a ellas y a sus hijos/as/es. Las condena a trabajos precarizados, mal pagos, a la informalidad y la precariedad laboral. El racismo las convierte en objetos sexuales permanentes, negando su capacidad intelectual y saberes, sus experiencias de vida. Su historia es de liberación y lucha de un esclavismo que continúa hoy sin cadenas”, pudo escucharse también en el mensaje.
En lo que respecta a la Gestación subrogada, este tema también fue parte de los temas que integraban la plataforma de este año. “Rechazamos el proyecto de ley votado en Diputados que amplía la gestación subrogada porque abre un mercado de vientres de alquiler que vulnera los derechos de las mujeres para satisfacer el deseo de algunas personas de ser padre o madre con sus propios genes pero sin poner el cuerpo. Rechazamos la utilización de los cuerpos de mujeres pobres como vasijas y la compra-venta de bebés”.
Con respecto a la “Explotación extractivista de los cuerpos de las mujeres”, el texto de la Intersocial expresó que “El modelo productivo extractivista que instalan grandes empresas multinacionales para usufructuar nuestros bienes naturales, legitimando prácticas machistas y patriarcales, ubicando a las mujeres como moneda de cambio. Los casos de las trabajadoras sexuales violentadas en emprendimientos productivos del sector forestal es un claro y triste ejemplo, mujeres golpeadas dentro de los predios empresariales, mujeres asesinadas donde nadie investiga los hechos. Trata de mujeres con fines de explotación sexual totalmente naturalizadas y aceptadas por quienes deben velar por su inexistencia”.
Con relación a la denominada “Crisis ambiental” y la actual sequía que vive el país, la proclama señaló que “las mujeres hemos sido las que históricamente cultivamos la tierra y producimos alimentos, conservamos semillas, cuidamos el agua. En momentos donde el cambio climático no es un problema de futuro sino que es una realidad que provoca pandemias, sequías, incendios, fríos extremos y que de continuar con este modelo de consumo, este sistema de explotación de las personas y de los recursos naturales el mundo como lo conocemos desaparecerá dejando por el camino un tendal de hambre y muerte”.
“Luchamos en todos los espacios, contra todas las opresiones. Desde una mirada que nos una a todas, desde un feminismo interseccional, que nos reconozca en nuestra diversidad, que no admita lo transexcluyente. Que amplifique nuestras voces, que reconozca las múltiples capas de opresión que cada una vive, en cada espacio que habitamos. Luchamos porque nuestras voces sean escuchadas, aún en un contexto donde se desprestigia nuestra voz con actos violentos y con descalificaciones e insultos”, concluyó la declaración.