El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a solicitud de Presidencia de la República, suspendió por un plazo de 180 días la aplicación de una resolución del Instituto de Bienestar Animal (Inba), del 10 de febrero de este año. La normativa está vinculada a las actividades y espectáculos públicos en los que se realiza monta de equinos sin domar por parte de jinetes o cualquier otra persona.
«Con esta medida el Gobierno apela a la instalación de una mesa de diálogo con las partes involucradas, por ser el bienestar animal, su cuidado y tenencia responsable, temas relevantes para esta administración» se señaló desde la presidencia de la República.
El Ministro de ganadería, Alfredo Fratti dijo que el gobierno actual desconocía la normativa y que ahora se abre un nuevo espacio de discución sobre el tema.
La resolución del Inba había sido cuestionada en especial por organizaciones del interior, que realizan jineteadas. La normativa (aprobada en el gobierno de Lacalle Pou) preveía multas de hasta 20 mil dólares, confiscación de los animales, suspensión de autorizaciones o permisos y prohibición temporal o definitiva de tenencia de animales.
La norma prohibe atar boca, colocar tachas en boca o pescuezo y todo lo que moleste al animal para que le duela más y haga una actividad más exacerbada. El tiento pescuecero no se prohíbe, pero tiene que ser liso.
El senador del Partido Nacional, Sebastián Da Silva, había indicado que las normas era producto de «una disputa entre la cultura woke y la cultura del campo». Anunciaba el martes que se había llegado a un consenso en el Senado para «tratar de postergar este reglamento absurdo, insostenible e incontrolable». Da Silva había dicho que «se está atentando contra las criollas, contras las jineteadas, sobre todos las de pagos chicos, las de beneficios a escuelas, hospitales, generando una enorme cantidad de regulación y obligaciones que atentan contra este espectáculo tan uruguayo» y aseguraba que ya se habían suspendido 12 de estas actividades por no poder contar con los resguardos que pide la reglamentación.
Para este senador hay un ataque sistemático que hace el Inba a las costumbres del medio rural «además de desconocimiento de una teoría montevideana grave». Acotó que «hay una cultura acerca de los animales que llevan a tener un gran danés en un monoambiente o un border collie en un apartamento rascándole la panza y creer que es bienestar animal cuando está muy alejado de eso».
Como realizar cambios a nivel parlamentario lleva tiempo desde el Poder Ejecutivo se decidió entonces suspender la resolución. Esto fue cuestionado por la Plataforma Animalista. La integrante de esta organización, Patricia Durán, dijo «no nos parece bien que pidan un tiempo para pensar o reflexionar» ya que durante muchos años se ha trabajado en la nueva norma. En declaraciones a Subrayadoi (canal 10) señaló «la falta de controles absoluta en todo lo que tiene que ver con las jineteadas. No estamos hablando de Montevideo, donde se realizan una vez por año, con otros controles y otro tipo de espectáculo. Estamos hablando en cada fin de semana donde se hace en los lugares más escondidos del país y donde pasa de todo y nadie nunca se entera».
Medida típica de gobierno izquierdoide. Con el cuento del «diálogo» patean la pelota para adelante defendiendo lo que siempre han defendido, los intereses corporativos de quienes obtienen pingües ganancias a costa del sufrimiento de los demás, en este caso los animales.