En la jornada del lunes una delegación de Peñarol fue recibida por el Ministerio del Interior, para conversar sobre las denuncias que el club recogió de muchos de sus hinchas que resultaron agredidos por los policías durante una serie de confusos incidentes a la salida del clásico entre Peñarol y Nacional.
“Nos expresó que están en investigación interna y que, si algo había estado mal, lo iban a corregir. Los encontré muy abiertos”, explicó Ignacio Ruglio tras su reunión con Nicolás Martinelli, ministro del Interior. Ruglio agregó que “Nos explicó cómo y por qué se desarrolla un operativo, cómo estuvo, las cosas que no salieron bien en la planificación y los horarios que la gente de Nacional no cumplió al salir”. Agregó que el “deber” de Peñarol es “cuidar” a su parcialidad y no vuelvan a pasar “este tipo de cosas”. “Si el equipo visitante se tiene que ir a los diez minutos de que haya terminado el partido y no cumple, al minuto doce tienen que volver todos, junto a los dirigentes, hacia adentro. Le hablamos de lo que nos pasa cada vez que viajamos al exterior, contándoles que, a veces, nos quedamos dos o tres horas dentro de un estadio. Acá es el único lugar donde el locatario es en el que se quedan 30.000 personas adentro”.
Ruglio también apuntó que “Nacional no cumplió el protocolo establecido”. “No cumplió ni el horario de salida para llegar en hora al estadio, ni los diez minutos que nosotros sí habíamos cumplido. Si no hay una sanción, entonces en el Clausura nosotros nos quedamos una hora adentro del vestuario, la gente de Nacional se queda ahí y empezamos a cambiar figurita por figurita. Lo único que hacemos es matar el espectáculo”.
Se refirió a las futuras localías del equipo mirasol en encuentros clásicos. “Peñarol va a seguir jugando en su estadio. Tenemos un estadio que costó 50 millones de dólares. ¿Por qué vamos a dejar de ir a nuestro estadio si lo que hay que hacer es mejorar los operativos?”.
Sobre los hinchas heridos, dijo: “Nuestros socorristas atendieron a veinte personas con estados de ansiedad, nervios y crisis nerviosa. El fin de semana me pasé llamando a gente herida. Mi función es hacerle saber a la gente de bien que queremos que sigan ahí y que vamos a intentar trabajar para mejorar eso”.
Y, acerca de los reclamos de Nacional por el arbitraje, manifestó: “Que Nacional haga los pedidos que quiera hacer. Después estará en el colegio de árbitros en dejarse presionar o no. Hicieron una estrategia bien armada y todos los que estamos en el ambiente del fútbol nos damos cuenta de eso. Coparon los medios para salir a imponer algo.
Había sólo hinchas de Peñarol. Y la culpa es del visitante? En primer lugar, resulta absurdo que la culpa sea del equipo que llega o sale en ómnibus y no de los malandras que tiran piedras. En segundo lugar, es más absurdo aún que -lo dicen muchos periodistas. en acittud obsecuente hacia los grandes obvio- debe salir primero la hinchada más numerosa, que siempre será la de Nacional o Peñarol, sea local o visitante. El sentido común indica que sale primero la hinchada con menos gente, que se irá enseguida y luego el grupo más numeroso de público. Pero -a confesión de parte relevo de prueba, dicen los abogados- los barras no pueden esperar y salen en malón y la policía no puede contenerlos. La eficacia que muestran para contener parciales de cuadros chicos se diluye en estos casos. Y muchas veces los barras de los grandes salen primero para ir a esperar a los hinchas del rival. De las piedras y botellas que tiran a l acancah, ni mú.s No pasará nada. Y el clásico que se juegue en el Parqeu Central, la barra de Nacional apedrerará al ómnibus de Peñarol y seguirá todo igual.