Las declaraciones del ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, asegurando que «Paraguay se ha convertido en prácticamente un estado brasileño» han provocado un incómoda desencuentro diplomático entre ambos países. «Paraguay se convirtió prácticamente en un estado brasileño con impuesto cero, creció y se hizo rico», comentó Guedes en un evento en Fortaleza, capital del estado de Ceará.
Según Guedes, los altos impuestos en Brasil terminan por enviar negocios a Paraguay que podrían realizarse en el gigante latinoamericano.
«Si nuestros impuestos fuesen bajos, los brasileños no estarían yendo a Paraguay para hacer soja. Todo lo que se está haciendo allí, podría realizarse aquí», reiteró Guedes, que consideró que el país vecino «inteligentemente bajó los impuestos y se convirtió en el estado brasileño más rico», dijo. Las declaraciones provocaron al día siguiente la reacción del Gobierno de Mario Abdo Benítez, aliado del presidente Jair Bolsonaro. Ambos mandatarios se han reunido en varias ocasiones desde que el brasileño llegó al poder en 2019. Paraguay es extremadamente dependiente de Brasil con importantes proyectos como la hidroeléctrica Itaipú. La propiedad de la hidroeléctrica, una de las principales del mundo, es compartida entre ambos países, que ya han iniciado las negociaciones para revisar su acuerdo en 2023, cuando se cumplan 50 años de su firma.
Atraídos por el diferencial impositivo y la tierra barata, decenas de miles de brasileños se han asentando con los años en Paraguay. Ellos y sus descendientes son conocidos como ‘brasiguayos’ –forman, según la prensa brasileña, una comunidad de 400.000 personas– y se dedican al poderoso sector agropecuario, en especial, a la producción de soja.
El Ministerio de Exteriores de Paraguay lamentó «profundamente las expresiones desafortunadas de un alto funcionario del Gobierno brasileño».
«El Paraguay es y será siempre una nación libre, soberana e independiente, y en honor a quienes lo han defendido heroicamente a lo largo de su historia no puede dejar pasar por alto estas lamentables expresiones», aseguró. El ministro de Economía brasileño, un liberal de la escuela de Chicago, ha intentando con escaso éxito redirigir el país hacia una agenda de austeridad y privatizaciones.
En el mismo evento del pasado viernes, Guedes informó que el Gobierno tiene previsto reducir en un 35 % la tasa del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), tributo federal que grava los productos manufacturados, nacionales o importados a la venta en el país. «Estamos en la transición de una economía dirigista a una economía basada en el mercado, más y más fuerte», declaró.
En febrero, el ministro ultraliberal ya anunció una reducción del 25 %. «La industria brasileña está sufriendo, en las últimas tres, cuatro décadas, con altos impuestos, altas tasas de interés y excesivas cargas laborales. Tenemos que atacar estos tres temas, y vamos a dar un primer paso ahora, reduciendo el 25 % del IPI. Es un movimiento de reindustrialización de Brasil», declaró entonces.