El relevamiento (realizado de forma ininterrumpida desde 1996) se llevó a cabo entre el 16 de noviembre y el 8 de diciembre del año pasado, y abarcó a directores, gerentes Generales y gerentes Financieros de 106 empresas provenientes de diversos sectores de actividad, con una dotación media de 254 trabajadores.
Durante 2022, y en línea con la evolución del nivel de actividad, el 54,7 por ciento de las empresas encuestadas experimentó un aumento en el volumen de ventas frente a un 23,6 por ciento que reportó una caída. No obstante, el 50 por ciento acusó un menor margen frente a un 25,5 por ciento que tuvo una mejora. “En el análisis combinado, el 23,6 por ciento de las empresas encuestadas verificó una combinación de menor margen y mayor volumen vendido”, indica el estudio. Visto en términos de rentabilidad global, el 37 por ciento de las empresas que participaron de la vigesimoséptima edición de la Encuesta de Perspectivas Empresariales de KPMG Uruguay señaló haber tenido una disminución en su rentabilidad, lo que supera al 29 por ciento que experimentó una mejora.
El 26,4 por ciento de las empresas reportó haber aumentado la dotación de personal frente a un 18,9 por ciento que la redujo. El factor que más incidió en esta tendencia positiva fue la necesidad de nuevos puestos para cubrir un mayor volumen de producción ante un aumento de la demanda (75 por ciento), seguido por la necesidad de empleo por nuevas líneas de producción (53 por ciento). En cambio, el atractivo de aumentar la contratación en un contexto de menores salarios reales apenas fue considerado por el siete por ciento de las empresas encuestadas.
El 42 por ciento de las empresas tienen perspectivas “moderadamente mejores” sobre la situación económica para este año frente al 20 por ciento cuyas perspectivas son “moderadamente peores”. Las mejores perspectivas están depositadas fundamentalmente en el desempeño de la propia empresa, y la economía uruguaya; sin embargo, las perspectivas tanto para la economía global como regional son netamente negativas. Según el gerente Senior de KPMG, Marcelo Sibille, esto “no sorprende, a la luz de las incertidumbres externas tanto en lo regional por la situación macroeconómica en Argentina y política en Brasil, como en lo extrarregional por las tensiones geopolíticas a nivel global, sumado al impacto potencial que pueda generar el aumento en la tasa de interés internacional”.
Al consultar a las empresas sobre cuáles eran sus expectativas de crecimiento para los próximos tres años en términos reales, el 38,7 por ciento espera que las ventas de su empresa crezcan por debajo del tres por ciento, mientras que las perspectivas para la economía uruguaya en su conjunto son más cautas ya que se considera que para el 63,2 por ciento de los empresarios el crecimiento será inferior al tres por ciento.
Prácticamente la totalidad de las empresas consultadas (96,2 por ciento) tienen una expectativa de que durante este año la inflación se situará por encima del techo de la meta de seis por ciento fijada por el Banco Central del Uruguay (BCU). A su vez, se espera que el tipo de cambio tenga una tendencia alcista. El 47,2 por ciento piensa que el tipo de cambio cerrará entre 42 y 44 pesos, y un 31,1 por ciento piensa que cerrará por encima de 44 pesos.
+datos:
A juzgar por lo que responden las empresas en términos de contratación esperada, cabe albergar buenas expectativas en el mercado de trabajo. El 26 por ciento prevé aumentar su dotación de empleo frente a un 15 por ciento que reduciría la plantilla. El saldo neto positivo repite la tendencia que se había registrado en la medición del año anterior, siendo las mayores brechas en comparación con los últimos ocho años, cuando la relación había sido mucho menor e incluso negativa en ediciones anteriores.
