Mónica Xavier: “La lucha ha traído también, como contrapropuesta, ideas que pretenden un retroceso”

La directora de Inmujeres habló de responder al negacionismo con evidencia y formar espacios de diálogos con la ciudadanía.

Este 8 de marzo voces uruguayas se unieron como un símbolo de lo que día a día es la lucha para que se garantice que las mujeres disfrutemos plenamente de nuestros derechos en igualdad de condiciones con los hombres. En este marco Diario La R habló con Mónica Xavier, quien fue designada para llevar adelante el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

La doctora y militante socialista “de toda la vida”, tanto a nivel gremial como político, fue senadora y presidenta de la fuerza política del Frente Amplio (FA) y participó en otros cargos. Hoy y tras el nuevo triunfo del partido, tiene la responsabilidad de estar al frente de la institución, con la convicción de hacia dónde se tiene que ir: “tenemos que trabajar con el conjunto de las instituciones del Estado para que sus políticas contemplen las realidades en las que las mujeres tenemos una situación de desigualdad”.

Inmujeres cuenta con un ámbito “privilegiado” que es el Consejo de Género donde se interactúa con los diferentes entes en todos sus niveles, bajo su rectoría. “Si nosotros consideráramos que la tarea se agota en el radio de acción del instituto, no estaríamos dando cuenta de la enorme tarea que hay por delante. Entonces, las leyes han consagrado estos espacios interinstitucionales para intentar dar respuesta desde todo el Estado, de forma armónica y que brinde una puerta donde ir a golpear y donde habrá una respuesta a las dificultades que tengas”.

“Vale la pena intentar dar el máximo de la experiencia y del trabajo que uno puede darle a estas causas justas”, expresó.

8 de marzo

“El 8 de marzo nos hace a todas y a todos reflexionar sobre cómo llegamos hasta acá, desde ese episodio trágico de las trabajadoras que inicia esta trayectoria de luchas, donde las causas han ido variando, pero en definitiva, todas buscan mayor justicia, en función de somos prácticamente la mitad de la población y tenemos un nivel de desigualdad estructural que se manifiesta en todos los órdenes de la vida”, reflexiona.

Ante esa diversidad de causas y de luchas a lo largo de la vida, Xavier entiende que cada nuevo Día Internacional de la Mujer, “nos impulsa a ver de qué manera podemos ensanchar esos espacios y hacer que más mujeres puedan tener una vida digna”.

“Vengo de recorrer Casavalle, en una marcha que desde 2018 organizan las mujeres de esa zona de Montevideo, que conjugan el esfuerzo de muchas organizaciones barriales, con el propósito de que las mujeres se animen a acercarse y participar, y lo hicimos bajo lluvia”, comentó durante la entrevista que nos brindó antes de dirigirse a su próximo destino y previo a la marcha que se convocó en el Centro de la capital. Menciona que lo primero que le nace en estas instancias, es “el respeto y el reconocimiento a las organizaciones sociales que logran año a año las movilizaciones”. Y emite un saludo a todas las mujeres, por la lucha que permite “ir corriendo los límites e ir haciendo posibles nuevas realidades”.

Finalizando, Xavier recordó la frase del ex presidente Tabaré Vázquez: “Somos iguales ante la ley, pero lo importante es ser iguales ante la vida”. En ese sentido mencionó que “quienes tomamos decisiones políticas tenemos un importante rol, pero la ciudadanía tiene el derecho a exigirle a los decisores políticos los caminos para compartir la vida de mejor forma”.

La mujer en Uruguay y en el FA

En un país que “constituye una de las pocas democracias plenas del mundo” las mujeres “deberíamos tener reconocidos de mejor manera nuestros derechos”. Ante los cuestionamientos y opiniones que surgen sobre la participación de mujeres en determinadas posiciones de mando, afirma que “sin lugar a dudas, hay muchas mujeres talentosas y capaces, que deberían estar desempeñando funciones en aquellos lugares de decisión”.

En ese sentido, percibe que esto tiene que ver también con nuestra propia historia como país: “nosotros fuimos muy avanzados en consagrar, por ejemplo, la posibilidad del sufragio femenino y la posibilidad de ser elegibles. Tenemos un estándar de derechos humanos que destaca en el mundo, pero cuando vamos a la representación, encontramos, por ejemplo, que esas mujeres que constituyen de repente el 60% de la matrícula universitaria, no son rectoras y solo algunas son decanas. En el legislativo estamos por debajo del 30% de representación, aún con una ley que debería haber promovido de manera más decidida la participación de las mujeres. Actualmente en el Senado de la República, las mujeres frenteamplistas son casi la totalidad de las mujeres, dentro de los otros dos partidos que conforman en esa cámara hay solo una senadora”.

Examina entonces que “hay efectivamente una dificultad en llegar a los lugares más altos” pero no solo por la condición de ser mujer, sino también de “interpretar que cuando uno está en esos lugares tiene que tomar en cuenta las dificultades que existen para que otras lleguen”. Xavier concluye así, que “el hecho de que hayamos llegado no significa que esas dificultades no estén presentes para el conjunto de las mujeres”.

En lo que refiere a la mujer dentro del FA reconoce que encarna la figura de “lucha constante por la justicia, el espacio, el reconocimiento y la propuesta”, bajo la realidad de que “todos somos productos de una cultura patriarcal que tenemos que desarmar en cada una de nosotras y de nosotros y no reproducir esos patrones de desigualdad”. En ese sentido observa que si “luchamos por una sociedad más justa, debemos prefigurar en nuestras organizaciones también esa equidad”.

Principales desafíos

Consultada por la administración saliente, Xavier reiteró que la “transición fue fluida” y observa que el instituto “no tuvo la jerarquización por parte del gobierno, que espero que este vuelva a darle”. Al igual que la ex directora Mónica Bottero, afirmó su convicción de que “el lugar jerárquico del Instituto Nacional de las Mujeres debería modificarse y tener mayor destaque”, sin mencionar un consenso específico de cuál sería ese lugar.

“Cuando se estudia la ubicación institucional de estos ámbitos especializados, uno encuentra ministerios de igualdad, de la mujer, secretarías de presidencia, entre otros. Paradójicamente Uruguay en esa serie de modalidades de rango institucional, queda solito abajo, con una dirección dentro de un ministerio”, analiza.

También nombró la posibilidad de tener un presupuesto propio, justificando así que las tareas que existen son “enormemente exigentes”. En esa línea explica que “cuando nosotros decimos que el Estado tiene que estar imbuido de una perspectiva que dé cuenta de la realidad de las mujeres y cómo modificar algunas de estas situaciones, estamos requiriendo presupuestos acordes”.

Otro desafío que Xavier menciona es la necesidad de mayor cobertura en todo el territorio del país, con el fin de “abarcar todas las modalidades de violencia, que hoy la ley describe como amplias, pero que no todas ellas tienen mecanismos de resolución desde el instituto”. En ese sentido, agregó que a su vez, “necesitamos fortalecer el área del trabajo hacia la autonomía de las mujeres”, recordando que muchas se ven enfrentadas, por ejemplo, “a los cuidados en los hogares y de la familia”. Algo que demanda, como en cadena, un “sistema de cuidados garantista que se fortalezca. No solo desde la concepción del derecho al cuidado, sino también desde la visibilización de este trabajo no remunerado que llevamos adelante y que es una carga socialmente asignada, que nos limita en la potencialidad que las mujeres tenemos para desarrollarnos”.

El camino que el país debe seguir en conjunto

La lucha que vienen desarrollando las mujeres es histórica y no se visualiza un final de la misma. Sin embargo, para que los objetivos se cumplan Xavier detalla que implica “una tarea desde todos los ámbitos sin que ello signifique quitarse responsabilidad individuales”. Agrega que, “si no logramos esa red de contención es muy difícil hacer sostenible determinadas políticas, que uno pretende que más allá de los cambios de signo político, se sostengan”.

Dado el contexto que vivimos, no olvida en su reflexión, que  “hay diferentes visiones sobre las situaciones de las mujeres”. Sin dejar pasar por alto esta característica, señala que “algunos planteos son decididamente una guía hacia el retroceso. Están haciendo una ofensiva a nivel mundial con gobiernos que se resisten a todos los avances que las mujeres hemos ido construyendo. Que hay una disputa por los sentidos comunes y por ese avance cultural que se dio”.

“La lucha, las mujeres y organizaciones feministas que han ayudado a consolidar muchos avances, han traído también, como contrapropuesta, ideas que pretenden un retroceso” concluyó. Entonces, entiende que “esa disputa de sentidos que hoy plantean ultraderechas, hay que poderlo discutir ampliamente con la ciudadanía, mediante evidencia que muestre la realidad y que hay mecanismos para cambiarla”.

Xavier finaliza explicando que “el negacionismo a la violencia de género que exponen algunos, no nos van a conducir a una sociedad más próspera”. Porque “no se acaba ni en un segmento social ni en determinados sectores con cierto desarrollo cultural, sino que la violencia de género y la violencia doméstica abarcan al conjunto de la sociedad. Entonces, hay que ponerse en la piel del otro y hay que ser conscientes de que esos derechos hay que reclamarlos y hay que sostenerlos”.

2 Comments

  1. Esta mujer tiene el coraje de salir y hay diarios que le dan prensa Quiso hacer pasar por femicidios a agresiones contra niñas siendo que es un agravante por el Interés superior del niño

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