El buque pesquero Atlantic Jane es un buque congelador de pesca de altura, con capacidad de bodega de 190 toneladas, que había zarpado de Montevideo con 22 tripulantes el 15 de octubre pasado y había realizado un relevo de cuatro tripulantes en Punta del Este el jueves pasado.
Según informaron las Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay (CAPU) y la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) todo se sucito porque la tripulación no tenía registrada en sus cuentas bancarias los depósitos por el pago de adelanto que se hace habitualmente a los tripulantes. La empresa armadora les entregó los comproabantes de los depósitos. El convenio colectivo vigente, establece que los pagos se deben depositar en las correspondientes cuentas bancarias “independientemente de los días que requieran las instituciones financieras para que las transferencias queden acreditadas en las cuentas de cada trabajador”.
Pero los marineros descontentos por la demora bancaria en la acreditación del pago en las cuentas de algunos, y con claras diferencias entre ellos, abandonaron sus tareas y exigieron volver a puerto.
El no cumplir con las tareas asignadas configura una insubordinación a la autoridad, que es el capitán, o “Patrón de Pesca” del buque.
De esta manera se constituyó un motín a bordo, el cual fue registrado en el Libro de Navegación y denunciado ante la Prefectura Nacional Naval y la DINARA. Ante ambas instituciones también se denunció que el abandono de las tareas dejó 10 toneladas de pescado sin procesar que se pudrió como consecuencia del amotinamiento . El destino de esa captura era la exportación a países de África occidental y a Palestina.
«La situación registrada determina un comportamiento de insubordinación que, de acuerdo al Código de Comercio y a la legislación internacional, constituye una falta muy grave, configurando una notoria mala conducta a nivel laboral» se indica en el comunicado de las cámaras empresariales. Los marineros implicados en los hechos denunciados fueron desvinculados de la empresa.
