Mujica, que dialogó con la prensa en el Hospital de Clínicas cuando fue a vacunarse con la última dosis de refuerzo contra la covid-19, desestimó los cuestionamientos sobre si recibió una invitación de acompañar al mandatario en la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva por su afinidad personal y política con el futuro presidente brasileño.
“Acá la imagen del país es lo que cuenta.
Son muy pocos los países que pueden hacer esto, y nosotros tenemos que cultivarlo porque ayuda, aunque sea simbólicamente […] acá no hay nada especulativo importante”, apuntó el exsenador por el Frente Amplio.
Mujica, que viajará mañana a Brasilia con Lacalle Pou, el canciller Francisco Bustillo, y el expresidente Julio María Sanguinetti, señaló que, si bien “cualquiera sabe” que es “bastante viejo amigo” de Lula, Lacalle no depende de su ayuda para acercarse al futuro gobernante.
“Lacalle Pou no precisa que yo le haga contactos, es mayorcito y es el presidente de la República, pero la buena relación con Brasil le conviene al país, en este momento el principal cliente que tenemos.
Yo creo que eso hay que cultivarlo y tratar de ayudar en lo que se pueda”, reflexionó.