En 1929 el entonces presidente del Directorio del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), Dr. Alejandro Gallinal, propone crear el Museo Bancario con el objetivo de ocuparse de la Historia Nacional y las Bellas Artes, haciendo énfasis en la historia numismática del país. Mucho tiempo transcurrió antes de que esa idea se materializara, llegando así el año 1943 cuando se inició la exhibición de piezas y documentos conservados en la Secretaría General desde la fundación del banco.
El acervo se componía de pequeñas colecciones de monedas, algunas donadas por funcionarios y allegados a la institución, de pinturas y esculturas del Salón Nacional de Bellas Artes, que año a año se iban sumando a aquellas premiadas por el BROU. Con el paso de los años se fueron sumando piezas y colecciones, como la del Agr. Luis María de Mula, del Dr. Francisco N. Oliveres, del Dr. José María Fernández Saldaña o la de Don Octavio C. Assunçao.
En la década de 1960, se suma una serie de monedas del mundo antiguo donadas por el Dr. Rafael Fosalba. En el marco de las exposiciones, con José Pedro Argul como Conservador Honorario, se acercó este acervo cultural al interior del país, pero en esta época, por diversas circunstancias, cierra.
Tiempo después, en 1978, el Directorio del Banco decidió crear una nueva división conectada con la cultura y vinculada al Museo Bancario, inaugurándose así un año después y con el impulso del Prof. Fernando O. Assunção, quien será su curador por años, el Museo del Gaucho-Motivos Populares Uruguayos, en la sede central del Banco. Se homenajea al gaucho como personaje considerado “protagonista de la gestación de la nación”.
En 1985, deciden instalar ambos museos en una sede propia: el Palacio Heber Jackson, en el centro de la ciudad de Montevideo y en 1988 se adquiere la colección numismática del Banco Comercial, aumentando así su acervo. Esta puesta fue por años la más visitada por las escuelas de todo el país y de gran interés social, hasta el año 2019 cuando, tras el inicio de la restauración edilicia del Palacio, cierra sus puertas.
Con un enorme acervo en cajas, que año a año acercaba la cultura y la historia del país a la población, la asunción de un nuevo directorio da paso a actuar al respecto, teniendo en cuenta que la restauración podría llevar varios años. Es así que mediante un equipo de trabajo, bajo la curaduría de la historiadora Ana Ribeiro, en octubre de 2024 ambos museos se fusionan y se renuevan con una invitación apostando a los sentidos, abriendo sus puertas en el gran hall de la Casa Central del Banco de la República, otra reliquia arquitectónica del italiano Juan Veltroni, de carácter patrimonial que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975 y que se encontraba alejada del acceso público tras el cierre de la sucursal que albergaba.
Actualmente apuesta a que a sus visitantes se les sumen aquellos turistas que embarquen en el país y a generar un constante movimiento de exhibiciones, que permitan que el Museo se innove y que aquel visitante que vuelva encuentre nuevas atracciones.
