En diálogo con el Diario La R, el intendente de Salto Andrés Lima, resaltó el hecho que “no se necesita recategorizar el suelo”, algo que llevaría “años” y resaltó que la iniciativa tendrá un espíritu integrador con la zona, ya que se ubicara dentro de la ciudad.
¿De qué trata el proyecto “La Calandria”?
El proyecto trata de una serie de viviendas que van a estar compuestas de unos cuatro dormitorios como máximo, de uno a cuatro. En una primera etapa, el predio va a constar de ocho hectáreas. En lo que refiere a la inversión se va a tratar de una movida bastante grande en lo que hace al empleo. Lo que estamos haciendo en este momento es contratar técnicos especializados en el tema, quienes están trabajando con el ordenamiento territorial de la Intendencia de Salto.
¿Cómo nace esta idea?
Nosotros hicimos un llamado a interesados, cuyo tiempo expiró el 31 de mayo pasado. Estaba dirigido a empresarios que tuvieran la intención de llevar adelante barrios de este tipo. Se presentaron tres propuestas y nosotros manifestamos públicamente que desde ahí con un plazo de 60 días, se elaboraba el marco normativo.
¿Cuándo comienza a andar el proyecto?
El proyecto comienza este año, más sobre el inicio de la primavera. Ahí se inicia a construir; ya tenemos la empresa constructora, al tiempo que el proyecto ya está armado y presentado en la intendencia. Desde la comuna le dimos el visto bueno. Además armamos el marco normativo que se necesita para la construcción. Nosotros generamos una zona dentro de la ciudad, concretamente se ubicará al norte de la Ciudad de Salto, donde autorizamos la edificación. De hecho para esa zona, existen un total de tres propuestas. Puntualmente esta es la más grande, luego hay dos más de residenciales en la misma zona de la ciudad. En lo que hace a los empresarios, son todos nacionales.
La generación de trabajo en La Calandria
¿Cómo incentiva este plan al trabajo?
Las contrapartidas más importantes, son las que tienen que ver con el trabajo, eso sin duda. La obra va a generar más de 100 puestos de trabajo en lo que hace a la construcción en sí. Luego, cuando el barrio esté en funcionamiento, va a necesitar la contratación de trabajadores para distintas tareas como son: seguridad y mantenimiento. Lo que nosotros buscamos, es que sea una propuesta integradora, es decir que esté dentro de la ciudad. Había otras propuestas, pero se encontraban muy alejadas de lo que es la urbe. No obstante, en este caso queremos que tenga un vínculo con la ciudad, que se fundan con la comunidad y que no sea algo aislado con el mínimo vínculo posible.
¿Hay más proyectos de este calibre?
Sí. Existen dos más. De las tres propuestas de los barrios residenciales que tenemos, una de ellas tiene tres hectáreas en total, la segunda son cuatro y la tercera que es La Calandria son ocho.
Todas se encuentran ubicadas al norte de la ciudad. A la Junta Departamental de Salto, le toca la autorización de la figura “Barrio Residencial”, porque no existe.
Si te diriges a la Intendencia de Salto y pedís autorización para la construcción de una casa, se puede llevar adelante, si se solicita autorización para construir un edificio, se efectiviza si se cumple con la altura y otros requisitos que se establecen en la normativa; es decir se puede hacer porque está contemplado. Ahora, la construcción de un barrio residencial no está prevista, porque la figura no existe como tal. Eso es lo que va a tratar la Junta Departamental, la creación de su figura para que esté ubicado en la zona mencionada de la ciudad; en este caso el norte de la misma. Hoy por hoy están estas tres propuestas, pero el día de mañana puede surgir alguna más. Si apareciera una cuarta propuesta, cuando se vote por parte de la junta departamental, tiene que ser en esa zona de la ciudad, y bajo la normativa que la Junta Departamental de Salto apruebe.
La recategorización del suelo
¿Cómo lo han resuelto?
Lo positivo también es que no se necesita recategorizar el suelo, que generalmente es a veces lo más complejo. Sucede que en un proceso de este tipo, se pueda extender a años, incluso porque se necesita esclarecer si hay especulación inmobiliaria o no, se necesita autorización de varios ministerios, como por ejemplo el de Ambiente y Vivienda. Luego se requerirían otras autorizaciones que tendría que otorgar la junta departamental. Es importante volver a mención que acá no hay recalificación de suelo. El elemento que más puede llevar a discusión, es recategorización del suelo, pero que en este caso no está presente. En Salto no existen barrios de este tipo, no está en la normativa ni el ordenamiento territorial. En el último que data del año 2012, no se prevé la figura de un proyecto de este tipo.
¿Qué opina la sociedad?
Esa discusión se dio el año pasado. Por aquel entonces había otras propuestas al sur de la ciudad, pero se necesita la recategorización de los suelos, era algo bastante más amplia y estrecha la zona que se proponía. Eso generó una discusión a nivel departamental, tuvo el pronunciamiento de la Universidad de la República. La discusión tuvo lugar en base a una propuesta que se presentó en ese momento. Pero sobre este proyecto, no han existidos repercusiones de parte de instituciones departamentales o nacionales que se pronuncien en contra del proyecto. No hemos tenidos reticencia. Está dentro del casco de la ciudad, con esas características de que esté integrada con la sociedad.
