La muerte de la deportista fue anunciada mediante un breve comunicado emitido por el equipo universitario para el que trabajaba.
«Hoy es un día profundamente triste y emotivo para todos los que conocían y querían a Nikki», dijo Coquese Washington, entrenadora jefe de la Universidad de Rutgers.
McCray-Penson, quien ejercía como estratega auxiliar del equipo de baloncesto del recinto académico figuró en liga femenina (WNBA) entre 1998 y 2006.
En ese periodo compitió con los uniformes de Washington, Indiana, Phoenix, San Antonio y Chicago y fue elegida para tres ediciones del Juegos de las Estrellas. La mejor marca anotadora de la escolta fueron los 17,7 puntos por partido que promedió en su temporada de debut en la WNBA con Washington.
McCray-Penson, quien destacó dos veces en el Kodak All-America durante sus temporadas junior y senior para Lady Vols, fue incluida en el Salón de la Fama del Baloncesto Femenino en 2012. Tras retirarse de los terrenos de juego, McCray-Penson tuvo una trayectoria de 16 años en los banquillos del básquet universitario. McCray fue diagnosticada con cáncer de mama en el 2013 mientras trabajaba en Carolina del Sur. Si bien superó el padecimiento en aquella época, algunos medios deportivos estadounidenses relacionan dicha enfermedad con su fallecimiento.