No solo son datos, son niñas y niños y sus vidas

En la columna anterior nos referíamos a los desafíos vinculados a la Rendición de Cuentas para la educación. Mencionamos la necesidad de acciones que dieran cuenta de la situación de la infancia durante la pandemia, la extensión del tiempo pedagógico y los asuntos referidos a la recuperación salarial.

Comentamos que nos faltaba mucho en aspectos donde teníamos acuerdos en vastos sectores de la sociedad.

En los últimos días se conocieron datos del Monitor Educativo de educación inicial y primaria. Es una forma de informar a la ciudadanía sobre algunos datos e indicadores acerca del funcionamiento del sistema educativo que se publica desde hace muchos años. Permite conocer a año cerrado la matrícula, la cantidad de días asistidos, la cantidad de repetidores por cursos, entre otras informaciones relevantes para todos.

Este año, no aparece noticia de que se haya presentado o publicado, lo cual no es una buena señal, parece como si la información allí publicada no deba trascender o ser objeto del comentario público.

Algunas de las cosas que nos dice la información

Extensión del tiempo pedagógico.

En un contexto estable de cantidad de escuelas se produce un aumento importante de jardines de infantes nuevos (unos 50 locales) que vienen del período anterior. Esto es una buena noticia ya que permite que las niñas y niños de inicial tengan espacios acordes y de calidad para participar de la experiencia educativa.

El proceso de transformación de escuelas extendiendo el tiempo pedagógico se frenó, veníamos en una tendencia en la cual cada vez más escuelas eran de tiempo completo y tiempo extendido y por lo tanto cada vez había menos escuelas de cuatro horas. Allí no existieron modificaciones sustantivas y esto tiene que ver directamente con el recorte presupuestal que sufre nuestra educación.

Matrícula y cantidad de niños por grupo.

En lo que respecta al tamaño de los grupos de primaria el número de estudiantes permanece estable, en el caso de los grupos de educación inicial disminuye la cantidad de estudiantes por grupo. Esto que puede ser leído como una buena noticia ya veremos que no puede ser leída así.

La matrícula de educación inicial disminuye en unos 3000 niños y esto requiere de mucha atención. En el caso de nivel 4 son unos 1000 niños menos y se debe saber si es debido a una baja de la natalidad o una no inscripción a un tramo que es obligatorio. 

En el caso de nivel 3 son 2000 niñas y niños menos que no están participando de la educación, en este nivel todavía tenemos el desafío de incorporar a 1 de de cada 4 gurises de esa generación, por tanto es una muy mala noticia.

Más datos que aparecen en el monitor y que son un llamado de atención para toda la sociedad son aquellos que tienen que ver con la asistencia y con la repetición

Asistencia.

La asistencia a clase así como el “abandono intermitente” son problemas que se agravan a partir de la pandemia y afecta particularmente a los gurises de las escuelas más vulnerables.

Aumentan la cantidad de estudiantes que no asisten regularmente a la escuela y lo hacen en mayor medida en las escuelas de mayor vulnerabilidad. Esto compromete el derecho a la educación de niñas y niños, afecta la posibilidad de aprender y aleja a las infancias de la protección social que implica estar en la escuela.

Repetición.

Luego de muchos años de baja la repetición creció en 2020 y en 2021, sigue arriba del porcentaje de niños que repitieron en 2019, también en este caso a los más vulnerables les va peor. Esto no significa otra cosa que el aumento de la desigualdad y las dificultades de los estudiantes para culminar los ciclos obligatorios.

En síntesis, cada información que se suma da cuenta de lo terrible de la afectación de las infancias por la pandemia. Las pocas medidas que implementó Uruguay va dejando claro que apenas fue un paliativo de una situación muy compleja. El recorte presupuestal, la no implementación de medidas específicas, así como ralentizar la cantidad de escuelas con extensión del tiempo pedagógico parece ir en contra de lo que indica la realidad.

Los países que no cuidan a sus infancias en general se enfrentan a situaciones más complejas en el futuro además de no proteger esos derechos en el presente. Va siendo hora de que lo entendamos como comunidad y que se propongan las medidas necesarias para abordar las situaciones que nos marca la información que disponemos. Ahí no está bueno recortar.

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