Ayer falleció por causas naturales, en su casa de Beverly Hills, la actriz Noreen Nash.
Así le informó su hijo Lee Siegel Jr. a medios como The Hollywood Reporter. Nash contaba con 99 años, y llevaba varias décadas sin protagonizar una película. Su estrella había brillado especialmente entre los años 40 y 50, retirándose a partir de «Despiértame cuando haya acabado», dirigida por Mervyn LeRoy en 1960.
Veinte años después Nash debutaría como novelista con «By Love Fulfilled».
A lo largo de su carrera interpretativa, Nash alternó algunos papeles televisivos con producciones de serie B o de primera línea de Hollywood. Empezó con el nombre artístico de Noreen Roth, cambiándoselo luego a Nash, y pudo participar en series como «Abbott y Costello» o «The Charles Farrell Show», que sucedería a «I Love Lucy» a partir de 1956. Ya entonces Nash había podido ponerse a las órdenes del gran Jean Renoir en «El sureño», un drama de producción estadounidense centrado en los granjeros de Texas, que encabezaba Zachary Scott.
Nash luego protagonizó «The Devil on Wheels» y colaboró con otro cineasta legendario, Budd Boetticher, para «Sentencia de muerte».
En los años 50 las producciones de bajo presupuesto se acumularon, destacando «El llanero solitario» y «La ciudad perdida de oro» de 1958. Pero también fue en esta década cuando Nash intervino en su película más conocida: «Gigante», la superproducción de George Stevens con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean, en la cual Nash encarnaba a Lona Lane, una estrella de Hollywood que se cruzaba en el camino de los protagonistas.