En un reciente intercambio con legisladores, el Ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, expuso su diagnóstico sobre la situación macroeconómica de Uruguay, destacando tanto la solidez de la economía como las fragilidades fiscales que requieren atención urgente. Con un enfoque pragmático, el titular de la cartera económica abordó temas clave como el IVA personalizado, la desindexación salarial, la inversión como motor de crecimiento y los desafíos heredados que enfrenta el gobierno entrante.
Uno de los puntos más llamativos de la intervención de Oddone fue su postura sobre el IVA personalizado, una propuesta que, según confesó, despierta su interés pero también sus dudas. “Es un tema que quiero estudiar, pero sobre el cual tengo muchas dudas”, afirmó.
El ministro señaló la falta de evidencia internacional como un obstáculo para evaluarlo con certeza, dado que no existe un modelo aplicado en el mundo que sirva de referencia. Sin embargo, destacó la necesidad de abordar un problema que lo “obsesiona”: la situación de precios relativos en la frontera. “No podemos desconocer la situación que se enfrenta en la frontera; es un tema que la política económica no puede ignorar”, subrayó.
Sobre la desindexación salarial, Oddone fue enfático al situar el salario como un precio más dentro de las reglas económicas y sobre el decreto de las ocupaciones, dijo «este es un decreto que el ministro de Trabajo ha presentado, ha remitido al Poder Ejecutivo, pero el Poder Ejecutivo como tal no se ha pronunciado ni lo ha discutido. Por lo tanto, en el momento en que se someta a consideración del gabinete o a mi consideración, yo lo evaluaré y lo estudiaré».
Contexto regional
El ministro también analizó el contexto regional, crucial para entender las restricciones externas que enfrenta Uruguay. Respecto a Brasil, señaló un “claro enlentecimiento” en su economía, vinculado a expectativas de inflación y una menor robustez macroeconómica. En contraste, destacó el caso argentino, que calificó como “una destrucción de valor extraordinaria” tras 15 años de estancamiento. Sin embargo, dijo reconocer el éxito inicial del programa de ajuste ortodoxo del presidente Javier Milei, pese a las dudas previas sobre su viabilidad política y social. “Hasta ahora hay que poner sobre la mesa que el programa viene siendo implementado de manera exitosa”, admitió, aunque alertó que la falta de reservas sigue siendo el “talón de Aquiles” para desmantelar el esquema de tipos de cambio múltiples.
Restricciones fiscales y deuda
En el plano doméstico, Oddone puso énfasis en las restricciones fiscales heredadas. Reveló que el Estado uruguayo enfrenta obligaciones por unos US$ 970 millones para 2025, equivalentes a más de un punto del PIB, entre compromisos postergados y no registrados. “No estamos hablando de cosas despreciables”, advirtió, subrayando que este escenario limita la capacidad de maniobra del gobierno. A esto se suma la necesidad de conseguir US$ 5.000 millones anuales de deuda para sostener las políticas públicas, de los cuales 500 millones provienen de organismos internacionales.
Frente a estas limitaciones, el ministro alineó su discurso con las prioridades del presidente Yamandú Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse: la inversión es la clave para el crecimiento. “Si no logramos aumentar la tasa de inversión al 20% del PIB, no vamos a poder crecer al 2% anual que necesitamos”, explicó. Para ello, propuso una corrección fiscal a cinco años basada en el crecimiento, evitando recortes de gasto o subas de impuestos. “Ese es el camino que el presidente nos ha instruido seguir”, afirmó, adelantando que el proyecto de presupuesto reflejará esta estrategia de transición ordenada.
Desafíos estructurales
Oddone también abordó temas estructurales. La crisis de sequía reciente dejó en evidencia la necesidad de garantizar el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana, un “mandato” que el gobierno no puede eludir. En este sentido, señaló la “situación financiera muy grave” de OSE, a la que calificó como la “cenicienta” de las empresas públicas por su débil capacidad de gestión. Además, lamentó el “divorcio inusitado” entre la generación de conocimiento y el mundo de los negocios, un obstáculo para la innovación y el desarrollo económico.
El ministro cerró su exposición inndicando “Uruguay tiene una economía sólida, pero con una situación fiscal frágil que, si no atendemos, rápidamente derivará en problemas”. Reconoció que el 80% de su tiempo desde que asumió se ha dedicado a resolver temas heredados, como el ferrocarril, el Casmu y la Caja Profesional, lo que refleja la magnitud de los desafíos pendientes. Con un tono realista, Oddone dejó claro que el éxito dependerá de una gestión ordenada y de una “historia creíble” que convenza a los actores económicos.
No me gusta el Sr Odone para nada es el q va a dividir al Frente Amplioj que si esta solido el Pais ….pero…pero esta todo endeudado y con crateres no bombas asi q el FA siempre arregla las cosas y vienen estos chantas y crspulas corruptos y se la yeban toda …dicfn q vendimos tal y cual y elloz vendieron el puertñ y mas y quieren segir mandando todavia no calleron q no son NADA nada estan deseaperados x csrgos y peleandose entre ellos xfa el Manini Rios ya no tiene fuetos …cuando le van a incar dientes …al trsidor d mieres ni para lavar bsños xfa hasta cuando vsmos a ser ta cornudos
Señora VUELVA CON UN INTERPRETE, es imposible leer lo que escribe de tantos horrores ortográficos.