La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) enfrenta una situación crítica, ya que podría comprometerse la seguridad del esperado clásico entre Nacional y Peñarol este domingo debido a una millonaria deuda con la Jefatura de Policía de Montevideo. La deuda corresponde al servicio 222, el cual involucra a los policías que trabajan fuera de su horario habitual para brindar apoyo en eventos como el clásico, y que desde mediados de enero no ha sido saldada.
La Jefatura de Policía había advertido que, debido a los atrasos de pago, no podría designar a los efectivos necesarios para el partido si la AUF no regulariza la situación antes del viernes. Según informaron fuentes a Subrayado, la deuda, aunque significativa, no alcanza las cifras de otras instituciones como la Asociación de Servicios de Salud del Estado (ASSE), que debe alrededor de USD 13 millones. No obstante, la AUF debe una suma considerable para poder cubrir los salarios de los policías involucrados en el servicio 222.
En total, se estima que casi 500 policías serían necesarios para garantizar la seguridad en el Estadio Centenario. La situación es crítica, ya que si el pago no se realiza antes de la fecha límite, la policía no podrá asignar a los efectivos de servicio 222, lo que pondría en riesgo el adecuado resguardo de los asistentes al partido.
A pocas horas de la fecha del encuentro, las entradas para el clásico ya se han agotado en varias tribunas, lo que aumenta la preocupación por el despliegue de seguridad necesario para controlar la multitud.
Otro papelón más y van…Igual, los barras entran como quieren y con lo quieren (armas, drogas,inflables, banderas del tamaño que gusten, mástiles largos y pesados, sin que la polícía diga ni mu. En todo caso se ponen extrictos con los controles con la gente común , a la que le hacen tirar hasta el agua. La consigna-según la policía- es que no se puede entrar con algo que se venda adentro: alfajores, bebidas, panchos, chorizos hamburguesas. Con ese criterio tampoco se podría entrar con drogas,porque adentro también venden. Y con esto de la policía, la parte deportiva del domingo pasa a segundo plano.
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