Picudo rojo: Cómo responde la IMM, en una ciudad con 31 mil ejemplares de palmeras

Las calles de Montevideo empiezan a sentir los efectos del picudo rojo, el escarabajo considerado como una de las plagas más graves para las palmeras. La presencia de esta plaga es silenciosa y en caso de no tomarse medidas de prevención o control, termina matando a la palmera infestada, provocando así la necesidad de su extracción ante el riesgo de provocar accidentes.

En cuanto a responsabilidades refiere, la ejecución de las medidas fitosanitarias será de las autoridades locales según la localización del ejemplar afectado, siendo una de ellas las Intendencias, en el ornato público. El director de Espacios Públicos y Edificaciones de la Intendencia de Montevideo, Marcelo Roux, recibió a Diario La R para dialogar sobre el desafío que significa el picudo rojo y las medidas que se están tomando al respecto.

Fue detectado en 2022 en Canelones y se extendió a otros departamentos, siendo uno de ellos Montevideo. Si bien su principal hospedante es palmera Canaria (Phoenix canariensis), migró a otras especies, como la Butiá (Butia odorata) y Pindó (Syagrus romanzoffiana).

En términos de avance de la plaga, su curva ha sido “muy grande”. Entonces, “la situación actual implica un problema ambiental y un problema patrimonial, porque hay ejemplares, sobre todo de Phoenix canariensis, que están muy distribuida por Montevideo, y por lo tanto están muy arraigadas al paisaje del departamento”, analizó.

Consultado por si se pudo haber hecho más en el tiempo transcurrido desde que se detectó en 2022, explicó que “en el mundo está casi sin controlar”, por lo cual analizó que “la curva de aprendizaje es más lenta que el avance de la propia plaga”. Que además tiene la característica de ser silenciosa, “en el momento que vos detectás síntomas en una palmera, posiblemente ya no tenga retorno”. A esto, se le suma que tiene un nivel de reproducción muy alto.

Por otra parte, uno de los desafíos es que “dos tercios de la cantidad de palmeras que tiene Montevideo están en predios privados, complejizando la acción”. La administración anterior de la comuna realizó un monitoreo de la situación, que derivó en el retiro de 500 palmeras y el tratamiento de unas 2000 desde que apareció la plaga.

“Las nuevas autoridades estatales tomaron el problema de manera seria, formando equipos de trabajo y de coordinación entre todas las instituciones competentes, con foco en evitar que la llegada de la plaga a los palmares”, destacó. En ese sentido analiza que “si se llega tarde o no, no lo sé. Yo sé que hoy tenemos una situación que es compleja y que Montevideo tiene que tiene que abordarla”.

Acciones de mitigación

Roux profundizó en la estrategia que hay en el departamento y explicó que abarca varias acciones, por un lado, de relevamiento mediante observación y georeferencia, que arrojó que la capital cuenta con aproximadamente 31.000 palmeras, de las cuales 22.000 están en predios privados. Se prevé mejorar este procedimiento mediante la implementación de la inteligencia artificial para reconocer, a través de fotos aéreas, las palmeras que están en mal estado.

“Combatir la plaga en un 100% es poco alcanzable, entonces nos planteamos como meta la disminución de la presencia del picudo rojo en Montevideo, por eso el monitoreo es muy importante”, informó. “Si siguen habiendo palmeras muertas, que sigan reproduciendo esta plaga,  por más que se realice un tratamiento a las palmeras, llega un momento que esa palmera no va a resistir”, agregó.

En base a esta primera fotografía de la situación, se inició un proceso de retiro de palmeras. Se estima que hay unas 800 palmeras que deben ser retiradas y de ese total la intención es alcanzar 600 ubicadas en las zonas de Bulevar Artigas, Juan Carlos Blanco, Rambla, Parque Rodó, Parque Batlle y Parque Prado, en un plazo de hasta fin de año. Se debe tener en cuenta que “la situación de la ubicación de cada uno de los ejemplares es muy distinta. Entonces, las complejidades de esta acción pueden variar e implicar más tiempo”. En comparación, “se van a sacar en este semestre la misma cantidad de ejemplares que se sacaron desde el 2022”, lo que implica un aumento significativo de inversión. Dentro de este trabajo informó que se usará equipamiento para triturar los estípites de palmeras, permitiendo la reutilización, de la biomasa generada, en procesos de compostaje. Además, la Intendencia prevé continuar con el retiro en el 2026, “porque seguramente va haber una progresión y un aumento de esas palmeras que quedan por retirar”.

Por otra parte, aclaró que esas 800 palmeras se encuentran en predios públicos y que resta tomar acciones en las 22.000 palmeras ubicadas en predios privados, de las que estiman que casi la mitad podría estar con problemas. En esa línea, brindan recomendaciones relacionadas a la tercera acción, que son los tratamientos.

Por un lado aplican la endoterapia y la ducha foliar o ducha de copa. “Lo que nos dicen los técnicos, también gracias a un proceso de aprendizaje, es que cuando se combinan tratamientos el resultado es mejor y se puede prevenir”, resaltó. Por otra parte, la comuna realizó tratamientos quirúrgicos a unas 15 palmeras en áreas simbólicas de la ciudad, como la Plaza Independencia. Este trabajo se aplicó cuando “se notó que una de las palmeras que estaba siendo tratada empezó a manifestar síntomas” y consta en sacarle la parte infectada.

Otra de las acciones que se tomaron, es la instalación de trampas y atracticidas, “que básicamente tiene una feromona que hace que el animal se acerque y lo atrapa”. Roux aclaró que, “el combate no es de un día para otro, lleva tiempo y lleva recursos, sobre todo en un panorama que no es sencillo”. Sin embargo destacó que “hay varios estudios que se están realizando, por ejemplo, con sensores o cámaras térmicas para detectar si una palmera está afectada antes de presentar los síntomas

Cambio de imagen y presupuesto

Los ejemplares de Phoenix canariensis se trajeron a Uruguay para ser utilizados con fines ornamentales, entonces, “cuando hay varios de estos ejemplos secos o en mal estado, afecta a la imagen o el paisaje”. En ese sentido, Roux entiende que “las acciones que está tomando Montevideo dan paso a un proceso que va a derivar en un cambio de paisaje a mediano o largo plazo”. Si bien actualmente el objetivo es el retiro de ejemplares, en un futuro el camino será la reposición de especies.

“Para quienes vivimos en la ciudad, esta situación no es agradable porque uno observa el proceso hacia un Montevideo donde no va a haber palmeras en determinados lugares que se acostumbraba ver”, lamentó. Sin embargo, analiza que “habrá una distancia siguiente que tiene que ver con pensar un nuevo paisaje, con nuevas especies, pero son temas que no están ahora sobre la mesa”.

La Intendencia de Montevideo se enfrenta a desafíos presupuestarios que implicó ciertos ajustes, pero “la conclusión a la que hemos llegado es que los recursos que destinamos es el piso necesario para comenzar a actuar rápidamente, antes de que la situación empeore”.

En cuanto al ámbito privado, no tienen un relevamiento de los trabajos se vienen realizando pero sí observan que se han retirado ejemplares. Recordó que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), estableció un protocolo de retiro que hay que respetar para evitar la propagación.

La Intendencia puso a disposición el contacto 092 250 260 para que la población comunique si tiene una palmera afectada y reciba información y sugerencias por parte de técnicos y saber cómo proceder. También para recibir la lista de empresas autorizada por el MGAP para realizar tratamientos o, si el ejemplar ya murió, cuales son los procedimientos para que la plaga no se expanda.

Consultado por qué políticas se pueden llegar a tomar a raíz de esta experiencia para ocasiones futuras, aclaró que en principio “se desconoce si esta plaga puede mutar a otras especies, por eso también hay una preocupación por los palmares, sobre todo porque son ejemplares nativos. Se tiende a creer que la afectación es menor, pero hay palmeras nativas afectadas”. En ese sentido considera que el aprendizaje que vienen sumando, “sirve tanto para actuar con más rapidez si el animal cambia su comportamiento y en caso de la presencia de otra plaga, tomar este antecedente como base”.