La iniciativa busca crear un espacio de preservación y difusión de la cinematografía nacional en el edificio La Ópera, ubicado en Ciudad Vieja, Montevideo albergando en “condiciones óptimas” los archivos audiovisuales del país, ha sido objeto de debate en el sector cultural.
En un comunicado emitido recientemente, figuras del cine y la investigación expresaron su apoyo al proyecto, destacando que “el patrimonio audiovisual no es de derecha ni de izquierda y trasciende los gobiernos”. Resaltaron la importancia de que el Estado asuma la responsabilidad de preservar y catalogar los originales de imagen y sonido en Uruguay, garantizando la protección de este legado para las generaciones futuras.
El grupo también valoró que el proyecto contemple espacios para la enseñanza, el diálogo y la colaboración entre hacedores e investigadores del cine. Según el comunicado, este enfoque integral permitirá no solo conservar el patrimonio, sino también fortalecer la industria cinematográfica local a través de instancias educativas y eventos.
La propuesta ha sido vista como “un buen comienzo” en el esfuerzo por preservar la cinematografía nacional, aunque el contexto es complejo. Cinemateca Uruguaya, una institución referente en la preservación del patrimonio audiovisual, expresó recientemente su rechazo al plan, cuestionando la claridad y seriedad del mismo. En particular, señaló que podría comprometer la integridad de su acervo histórico.
Por su parte, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) cedió en comodato el emblemático edificio de La Ópera a la ACAU para que funcione como archivo fílmico y espacio de encuentro para la industria audiovisual. Esta decisión, según la Presidencia, busca restaurar el edificio y convertirlo en un centro de preservación cultural.
El comunicado emitido por la Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay (ASOPROD) y otros profesionales del sector señaló la necesidad de mantener esta cuestión en la agenda cultural del país, especialmente en el contexto del cambio de gobierno. “Esperamos que el tema de la preservación del patrimonio audiovisual forme parte de la agenda de la transición como política cultural”, concluyeron los firmantes.
