Aunque es una de las plantas de interior más resistentes y valoradas por sus propiedades purificadoras, la sansevieria o espada de San Jorge y también conocida como lengua de suegra, no es bienvenida en todos los espacios del hogar. Así lo afirma el Feng Shui, la antigua filosofía china que estudia el flujo de la energía en los entornos.
Esta planta, de hojas alargadas y puntiagudas, emite una energía Yang intensa, caracterizada por su dinamismo y poder estimulante. Si bien esto puede resultar útil en ciertas zonas de la casa, se considera contraproducente en espacios destinados al descanso, como el dormitorio.
«En Feng Shui, las formas afiladas y las líneas rectas tienden a agitar la energía. En lugar de favorecer la calma, la sansevieria puede provocar inquietud o interferir con un sueño reparador», explican los expertos en armonización de espacios.
A pesar de esta advertencia, la planta no está “prohibida”. Todo depende de dónde se coloque.
Dónde sí y dónde no ubicarla
La sansevieria puede ser una gran aliada si se sitúa en lugares estratégicos: En la entrada del hogar, donde actúa como barrera protectora frente a las energías negativas que vienen del exterior. En esquinas vacías o zonas con poca circulación de energía, ya que su estructura vertical ayuda a reactivar el chi estancado. En el área sureste de la casa, relacionada con la prosperidad y la abundancia. Allí puede contribuir a atraer estabilidad económica y mejores decisiones financieras.
Por el contrario, conviene evitarla en: Dormitorios, zonas de meditación o descanso, baños, oficinas donde se requiera enfoque prolongado.
Más allá de la decoración, el Feng Shui considera que cada elemento en casa tiene un impacto energético. En ese marco, las plantas no son solo ornamento: son piezas clave para regular el ambiente. La sansevieria, bien ubicada, puede ser protectora y beneficiosa. Pero mal situada, podría alterar el equilibrio que se busca en los momentos de calma.
