La comisión dirigida por el psiquiatra infantil Pedro Strecht, entrevistó a más de 500 casos: «Estos testimonios nos permiten llegar a una red de víctimas mucho mayor, calculada en un número mínimo de 4.815 víctimas» manifestó Strecht.
Si bien la mayoría de los casos ya han prescripto, la comisión remitió 25 testimonios a la fiscalía portuguesa para ser investigados.
En un primer balance realizado en octubre por parte de la comisión se constataron «situaciones graves que persistieron durante décadas, que se hacen más evidentes cuanto más se retrocede en el tiempo y que, en algunos lugares, adquirieron proporciones verdaderamente endémicas».
La investigación determinó que el 96% de los abusadores eran hombres y el 70% sacerdotes que perpetuaban sus abusos en el marco de seminarios, escuelas o instituciones deportivas.
En lo que tiene que ver con las víctimas, el estudio concluyó que en su inmensa mayoría se trata de niños con un promedio de edad que apenas supera los 11 años.
Los investigadores advierten que «Los testimonios son emocionalmente muy intensos» y esperan que puedan ser útiles para superar «una larga noche de silencio, vergüenza, miedo y culpa».
Manuel Barbosa, anunció que los obispos portugueses se reunirán en marzo para analizar el informe y «erradicar en la medida de lo posible esta lacra de la vida de la Iglesia».
El Papa Francisco prevé realizar un viaje a Portugal en el mes de agosto y no se descarta que se reuna con víctimas.
Para el final del día se espera una declaración pública del Presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Monseñor José Ornela.
Los mismos que denuncian horrorizados los bailes en los cultos afroamericanos…