Su Excelencia Sheikh Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, señaló, en un discurso pronunciado en la República de Irlanda con motivo de la ceremonia de entrega del Premio Internacional de la Paz de Tipperary, que Su Alteza el Emir ve a los pueblos de la región y a los inocentes de todo el mundo como sus propios hijos, se entristece por cada vida que se pierde y cree firmemente que la paz es una herencia que debe preservarse, añadiendo a este respecto que las palabras no bastan para expresar el inmenso orgullo que siente por Su Alteza.
Añadió su Excelencia: “He tenido el honor de servir a mi país bajo su liderazgo durante más de diez años y seguiré sintiéndome honrado mientras me sea posible. Su sabiduría, su pasión y su determinación son para mí una fuente de inspiración personal y lo que me impulsa a continuar”.
Su Excelencia expresó: “Con toda humildad y gratitud, manifiesto mi aceptación del Premio Internacional de la Paz de Tipperary, no como un reconocimiento personal, sino en nombre del Estado de Qatar, su pueblo, sus principios y su liderazgo”, y añadió: “Este premio representa un reconocimiento de lo que Qatar es hoy: una voz constante por la paz, un defensor del diálogo y una nación que no se doblega ante los desafíos”.
Continuó Su Excelencia: “Nuestra reunión hoy aquí, en Irlanda, país que alcanzó la paz mediante la reconciliación y el coraje moral, tiene un profundo significado. Vuestro camino confirma lo que siempre hemos creído en Qatar: que la paz no se concede, sino que se construye”, recordando en este contexto las palabras del difunto John Hume: “La base de la paz y la estabilidad en cualquier sociedad debe ser el pleno respeto de los derechos humanos de todos sus miembros”.
Prosiguió Su Excelencia diciendo: “Hoy no os hablo de mi historia, sino de la historia del digno pueblo de Qatar. A menudo me preguntan por las motivaciones de Qatar, desde Gaza hasta Afganistán, y desde Líbano hasta Ucrania. Algunos sostienen que lo que hace Qatar obedece a intereses egoístas. Nada más lejos de la realidad. Lo que hacemos no es un mero intercambio comercial, sino una labor transformadora. No es una maniobra táctica, sino un reflejo de nuestra identidad nacional, que se forma a partir de nuestra cultura, se mueve por nuestra fe, se consagra en nuestra Constitución y se inspira en nuestro liderazgo”.
Su Excelencia, primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, añadió: “Este premio llega en un momento de gran importancia. Hace apenas una semana, nuestro país fue objeto de un ataque con misiles directo, una respuesta clara a la temeridad que amenaza la paz y la estabilidad en nuestra región. Mientras nuestras defensas aéreas cumplían con su deber, nuestros diplomáticos trabajaban sin descanso para asegurar un alto el fuego al amanecer.
Ese no fue un momento para la represalia, sino un momento guiado por la sabiduría y la contención”, agregando: “Debo ser claro: Qatar optó por la contención desde una posición de fortaleza, no de debilidad, porque hemos situado la estabilidad de nuestra región y el bienestar de sus pueblos por encima de los discursos incendiarios y las demostraciones de fuerza”.

Prosiguió Su Excelencia afirmando: “Hemos advertido repetidamente de los riesgos de la extensión del conflicto regional y de que el comportamiento imprudente de Israel podría agravar el conflicto hasta niveles insoportables. El precio de ignorar estas advertencias no se paga sólo en Gaza, sino en toda la región. No hay lugar donde esta tragedia se manifieste con mayor crudeza que en Gaza.
Las imágenes que llegan de allí son insoportables y las pérdidas, indescriptibles. Sin embargo, pese a esta devastación, Su Alteza el Emir ha permanecido firme en su compromiso con el pueblo de Gaza mediante la ayuda continúa, la búsqueda seria de la paz y la defensa de su dignidad en los foros internacionales.
Su sufrimiento pesa sobre nuestras conciencias, pero también fortalece nuestra determinación. Incluso ante la provocación, incluso ante el ataque, seguimos comprometidos con la paz, no como un lema vacío, sino como un deber que cumplimos. Nuestras fuerzas armadas protegen valientemente nuestra soberanía, nuestros diplomáticos tienden puentes en silencio y, en medio de todo ello, nuestro pueblo permanece en pie, unido. Como dijo nuestro amado Profeta Mahoma, la paz y las bendiciones de Dios sean con él: ‘¿Os informaré de lo que es mejor que la oración, el ayuno y la caridad? Restaurar la concordia entre la gente’”.
Dirigió Su Excelencia un mensaje a la próxima generación, diciendo: “No penséis que la paz es ingenuidad. Es más difícil que la guerra, pero merece todo esfuerzo. Es más fuerte que el cinismo y más potente que la violencia”.
Concluyó Su Excelencia su discurso diciendo: “En nombre del pueblo de Qatar, expreso mi agradecimiento a la Conferencia de la Paz de Tipperary por este reconocimiento. En su nombre, lo acepto con humildad y con un compromiso renovado: que Qatar siga siendo una voz de calma, un socio para la paz y un amigo de todos aquellos que creen que el diálogo debe prevalecer sobre la destrucción. Mantengámonos fieles a esta causa”.