«Callar nos haría cómplices de un crimen de Estado en contra de la democracia, de una reforma electoral maquinada para desplazar al INE y facilitar una ruta a una dictadura electoral», aseveró la política al micrófono en el templete localizado en el Zócalo de la capital del país.
Agrupados en torno a la consigna «Mi voto no se toca», miles de ciudadanos se concentraron en la plaza pública más importante del país, en la Ciudad de México, para expresar su respaldo al Instituto Nacional Electoral (INE), ataviados con rosa, un color identificado con el organismo autónomo, y su rechazo a la intención del mandatario de modificar las leyes electorales del país latinoamericano. Desde el templete, Pagés aseveró que el Gobierno federal busca desaparecer al árbitro electoral para desconocer la voluntad que exprese la ciudadanía en las elecciones presidenciales de 2024.
El llamado plan B de López Obrador, identificado así luego de que su primera propuesta de reforma electoral no logró el consenso necesario en el Congreso de la Unión, es «la crónica de un fraude anunciado», aseveró la opositora.