Reflejos de una era: Análisis de memorias del subdesarrollo - Diario La R

Reflejos de una era: Análisis de memorias del subdesarrollo

Una película que se cuenta a través de recuerdos y se presenta como medio que narra el clima político del país en ese momento.

Deysi Granados.

Sergio es un culto y acaudalado burgués que decide quedarse en Cuba luego del Triunfo de la Revolución en 1959, a pesar de que toda su familia corre hacia Estados Unidos, huyéndole a los cambios sociales que anunciaba el nuevo gobierno. Sin identificarse con ningún sistema político, su inconsistencia ideológica lo convierte en espectador de una sociedad que transita del capitalismo al socialismo y eso trae consigo un sinnúmero de acontecimientos históricos. Crisis de los misiles y la invasión por Playa Girón, Sergio sigue perdido en su antiguo mundo, y no logra adaptarse al proceso revolucionario.

“Memorias del subdesarrollo” es una película cubana, del año 1968, la primera estrenada en Estados Unidos después del triunfo de la Revolución, considerada como una de las obras más icónicas del cine latinoamericano. Dirigida por Tomás Gutiérrez Alea, y protagonizada por unos jóvenes, Sergio Corrieri, Deysi Granados y Eslinda Núñez, hoy actores imprescindibles a la hora de hablar de la cinematografía cubana. Largometraje de ficción producido por el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos, basado en la novela homónima del escritor cubano Edmundo Desnoes. En 2011 fue incluida en la segunda edición de la Guía de The New York Times sobre las 1 000 mejores películas de todos los tiempos.

En noventa y siete minutos, muy semejante a la novela, la película ofrece un discurso interior con mirada a “lo otro”, a lo que está pasando afuera. Un guion irónico en el que, a través de las contradicciones del protagonista, se describen los cambios que va viviendo el país y el efecto de vivir en un “país subdesarrollado”. Quizás la vida de Sergio está marcada por acontecimientos intrascendentes; sin embargo, se desenvuelve en días vertiginosos.

Según cuentos de la época, “antes de estrenarse, tanto Alea como el actor principal, Sergio Corrieri, estaban preocupados de que la película no tuviera éxito. Una fuente de preocupación era que Corrieri fuera demasiado joven para su papel. En el momento del rodaje en 1968, Corrieri tenía 28 años, pero su personaje tenía. Ambos trabajaron juntos para capturar el «ritmo» necesario para interpretar el papel de alguien mayor”.

En la dicotomía siempre presente que compara a la literatura y el cine, ambos autores coincidieron en su momento en la compenetración entre ambas obras. Edmundo Desnoes, dueño de la novela, asistió y contribuyó a las sesiones de rodaje de la película y comentó que la producción cinematográfica logró un nivel de éxito artístico que deslució a la novela porque Alea- el director del filme- «objetivó un mundo que no tenía forma… y era todavía abstracto en el libro» al agregar «densidad social». Desnoes tuvo un papel menor como panelista académico durante la película.​ En una entrevista con Cineaste, Alea explicó que en cierto punto la novela «iba a ser traicionada, negada y transformada en otra cosa» para que la película tuviera éxito.

“Creo que es una buena ocasión para señalar algunos aspectos de la realidad de nuestro país que pueden ayudar a la mejor comprensión del filme que van a ver. Al cabo de casi 10 años de revolución hemos aprendido que nuestra condición de país subdesarrollado (explotado durante cuatrocientos años, primero por España y después por Estados Unidos) no se supera, sino a costa de mucho trabajo y sacrificio. No ha sido fácil llegar a esta conclusión, pues durante los primeros años la alegría del triunfo nos hizo creer que el paraíso estaba al alcance de la mano”, declaró en entrevista Tomás Gutiérrez Alea, director del filme en su estreno.

Entre los premios que convierten a la cinta en un clásico del cine cubano se encuentran:

  • Premio Extraordinario del Jurado de Autores, XVI Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968.
  • Premio FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), XVI Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968.
  • Premio FICC (Federación Internacional de Cine clubs), Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968.
  • Premio FICC .Festival de la Juventud, Francia, Festival de Jeune Cinema Hyeres, 1970.
  • Premio Sirena de Varsovia, del Club de la Crítica. Varsovia, Polonia, 1970.
  • Diploma de Selección, Festival de Londres, Inglaterra, 1971.
  • Premio Rosenthal, Asociación Nacional de Críticos Cinematográficos de EE.UU. New Yok, EE.UU, 1973.
  • Premio Charles Chaplin, Agrupación de Jóvenes Críticos. New York, EE.UU, 1973.
  • Segundo Premio en Festival de Cine, Semana Cultural Alcances. Cádiz, España, 1975.
  • Escogida como la mejor película de Cine Iberoamericano, según la encuesta convocada por portal de información cinematográfica NOTICINE.com. 2009

Al final de la historia, la película nos deja con la rara sensación de no poder descifrar a Sergio, sus indecisiones lo atascan en preocupaciones cotidianas lejos de la realidad, mientras que el resto del país y del mundo siguen su curso.

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