Alonso había expresado preocupación por las acciones de Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, después de que el presidente le pidiera la renuncia a Irene Moreira por haber otorgado una vivienda de manera discrecional. La renuncia de Alonso deberá ser ratificada en la Torre Ejecutiva.
Los cuestionamientos surgieron cuando Alonso declaró a diario El País que Manini Ríos debería «lo menos» era “respetar las decisiones del presidente”, en referencia a la solicitud de renuncia a Moreira por parte de Luis Lacalle Pou.
Desde Cabildo Abierto afirmaron que no se refirieron al tema, pero no descartan la posibilidad de que también renuncie al partido.
El diputado cabildante Álvaro Perrone solicitó que el Tribunal de Conducta Política del partido investigara la conducta de Alonso por realizar valoraciones políticas, lo cual se considera una violación de la Constitución. A pesar de que Alonso había afirmado haber recibido el apoyo de Manini para mantenerse en su cargo y en el partido, el descontento interno se hizo evidente.
Además, se informó que Alonso se reunió con dirigentes de Cabildo Abierto, quienes expresaron su molestia por haber infringido el artículo 77 de la Constitución, que prohíbe a los directores de entes realizar declaraciones políticas mientras ejerzan su cargo.
En una carta difundida posteriormente, Alonso anunció que a partir del 1 de este mes donaría todos sus ingresos como director, así como los montos que destinaba a Cabildo Abierto, a la Fundación Pérez Scremini. También defendió que no había violado las disposiciones de la Constitución, argumentando que simplemente no cedió ante presiones indebidas para silenciar su derecho a la libre expresión.
