Esta semana se enviaron a Córdoba, Argentina, las muestras de los restos óseos hallados el pasado 30 de julio en el Batallón 14 de Toledo los cuales se presume pertenecen a un detenido desaparecido.
Se trata de huesos de la tibia y el fémur que serán analizados por el Laboratorio de Genética Forense del Equipo argentino de Antropología Forense. Los resultados, que se espera estén disponibles a mediados de setiembre, podrían permitir la identificación de la víctima.
El análisis en Argentina incluirá el cotejo de las muestras con los perfiles genéticos del banco de datos de familiares de detenidos desaparecidos. Parte de las muestras permanecen bajo custodia en el Instituto Técnico Forense en Uruguay. Según los datos preliminares proporcionados por la Fiscalía especializada y los antropólogos forenses, los restos corresponden a un hombre cuya estatura oscila entre 1,75 y 1,85 metros, y cuya edad al momento de su muerte se estima entre 43 y 57 años.
“Nos estamos aproximando, pero todavía no sabemos quién es”, dijo la jefa del equipo de antropólogos, Alicia Lusiardo a Diario La R. “Cuando sepamos su identidad, vamos a poder cotejar la fecha de desaparición y ver qué relación tiene esa fecha con la desaparición de Amelia, con la de Castro y con la de Blanco”, agregó la especialista en alusión a los restos encontrados anteriormente en el mismo predio.
“Tenemos hasta ahora en ese predio una concordancia entre la separación temporal de las desapariciones y la separación geográfica de las fosas”, dijo Lusiardo y explicó: “todo está sucediendo en un mismo espacio temporal de pocos meses y, a su vez, en muy poquito espacio geográfico”. Lo cual lleva a los especialistas a concluir que la identificación “va a ser vital para saber si se sigue comportando de la misma manera”.
A su vez la confirmación de la identidad podrá llevar a establecer patrones dependiendo de en qué lugar estuvo detenida la persona. “Sobre todo, abrir la puerta para decir si hay personas que pasaron por X centro de detención y están enterradas aquí” que a su vez “estaban reportadas por haber sido exhumadas, incineradas y tiradas al Río de la Plata”, afirma la antropóloga en referencia a la llamada “operación zanahoria” esgrimida por lo militares y desmentida por los hallazgos. Para Lusiardo estos avances son muy importantes para “todas las personas” pero sobre todo, para “familiares que ya están hace tantos años esperando una respuesta, es como una lucecita de esperanza de que se puedan resolver muchos más casos que todavía están pendientes”, concluyó.
Tanto el equipo de antropología forense como integrantes de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) coincidieron en remarcar que las posibilidades de establecer la identidad de los restos son auspiciosas debido a su buen estado de conservación a raíz de la la gran cantidad de cal vertida por los represores sobre el cuerpo para imposibilitar su identificación, lo cual terminó logrando el efecto contrario.
VERDAD Y JUSTICIA!!! Q DE A POCO VAYAN APARECIENDO CADA UNO DE NUESTROS DESAPARECIDOS!! Y ESAS FAMILIAS Q VIENEN SUFRIENDO X AÑOS LA MENTIRA Y EL DOLOR PUEDAN ENCONTRAR ALGO DE PAZ!!!! NUNCA MAS TERRORISMO DE ESTADO!!!