El Ministro de Trabajo, Pablo Mieres, informó que se había convocado a una mesa de negociación tripartita, por el cierre de la empresa Cinter. El encuentro entre la empresa, los trabajadores y el MTSS será hoy a las 9 de al mañana. La empresa, con 65 años de historia, había sido adquirida años atrás por la multinacional brasileña, Aperam y se dedicaba a la fabricación de caños de escape. La empresa tiene presencia en más de 40 países y una capacidad de producción de aceros planos inoxidables y eléctricos de 2,5 millones de toneladas en Brasil y Europa.
Señaló mediante un comunicado que el cierre se debe a que “en los últimos años se mantuvo la actividad productiva en Uruguay, aun cuando múltiples factores agravaron su pérdida de competitividad”, existiendo falta de competitividad por “el desarrollo tecnológico de los sistemas fabricación, el aumento de los costos de fletes, la falta de proximidad de clientes y materias primas y la evolución asimétrica de los costos laborales con Brasil”.
“En los últimos años, la operación productiva de Uruguay formaba parte de una unidad de negocios ‘Servicios y Soluciones Tubos’, integrada con la planta industrial en Brasil, donde se ha decidido concentrar toda la actividad productiva a partir de ahora. Diversas razones han llevado a la compañía a tomar esta decisión de concentrar sus unidades de negocio en menos ubicaciones para asegurar que la actividad siga siendo viable económicamente y competir en el mercado global”, expresó la empresa en un comunicado. El mismo finlzia indicando que «la Gerencia de Recursos Humanos preparará las liquidaciones finales por desvinculación del personal involucrado a partir de la fecha. Las mismas estarán disponibles dentro de los plazos legales».
Desde los trabajadores y de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra), sorprendió la decisión tomada el viernes a última hora. Los dirigentes indicaron que se estaba negociando con la empresa una reducción de horas, manteniendo el sueldo. El Untmra se declaró en conflicto porque se dejan «en la calle directamente a 150 familias». En un comunicado se sostiene que el cierre impacta a «150 familias, entre obreros de planta y personal administrativo, más unas 30 familias que se verán afectadas indirectamente entre trabajadores de comedor, proveedores, transporte y seguridad». Se agrega que se tomarán «todas las medidas a su alcance para denunciar esta situación de alto impacto económico y social para los trabajadores y trabajadoras afectadas directa e indirectamente» y reclamaron al gobierno «que tome medidas y acciones necesarias para la defensa da la industria y mano de la obra nacional».
