La actriz Samantha Weinstein falleció a los 28 años tras no poder superar un cáncer de ovarios que sufría desde hacía dos años. La actriz canadiense se había convertido en una de las caras más reconocidas del panorama cinematográfico de su país y se había hecho un lugar en el mercado internacional al aparecer en el remake de Carrie.
Ella misma fue la encargada de anunciar la enfermedad por la que estaba pasando en 2021. A través de su cuenta de Instagram, comunicaba haberse sometido a una cirugía de urgencia para extirpar un quiste masivo en uno de sus ovarios. Ahora, ha sido la familia la encargada de anunciar su fallecimiento en el Hospital Princess Margaret en Toronto.
El padre de la actriz, David Weinstein, ha querido pronunciarse también en los medios. Según explicaba en Global News Canada, «Sam era en realidad la encarnación viviente de un rayo de sol». Pero fue a más, asegurando que «estaba tan llena de energía positiva que cualquiera que la conociera diría que simplemente iluminaba cada habitación en la que entraba».
Por su parte, Jojo, su madre, expresaba que «Samantha cambió la vida de todos. Sé que eso suena realmente dramático, pero la gente es realmente seria cuando dice eso. Su actitud contagiosa y positiva en realidad cambió la forma en que otras personas viven».
