Desde el comienzo del 2023, la Dirección Nacional de la Policía empezó a contabilizar los casos por los que oficiales a cargo de la seguridad pública son heridos de forma no letal.
Los datos estarán supervisados por la Dirección de la Policía Nacional, quien incluirá también los daños a patrulleros policiales durante procedimientos.
El objetivo detrás del ajuste será contar con datos más acabados sobre el entorno laboral de los policias.
Es una cuestión de seguridad laboral, que permite al organismo tener una visión cabal de la realidad a la que se enfrentan sus funcionarios. Y de esta forma modificar protocolos o tomar medidas de contingencia de forma acorde, se informa desde la cartera.
Las razones detrás del cambio, por ejemplo estuvieron algunos de los sucesos ocurridos durante los festejos por el comienzo de un nuevo año. Donde oficiales fueron agredidos y este tipo de estadísticas “quedaban en el olvido”, señala la fuente de la cartera.
