Días atrás debió suspenderse la cosecha de arroz debido a las intensas lluvias. El este del país, principal región arrocera, recibió más de 300 milímetros de agua, generando inundaciones y volviendo inaccesibles los campos.
Según se informa desde la Asociación de Cultivadores de Arroz restan cosechar unas 15.000 hectáreas. De estas, 10.000 son de la zona «más afectada» por el agua: el norte del departamento de Rocha, entre Cebollatí y la Laguna Merín, por la crecida del cuerpo de agua.
Todavía no se puede cuantificar el daño ya que no se puede acceder a las chacras a conocer el estado del arroz, pero según un calculo estimativo del presidente de la asociación Alfredo Lago «Una hectárea de arroz genera US$ 2.500, US$ 2.700. Estamos hablando de US$ 30, US$ 40 millones que están en riesgo. De eso gran parte se va a poder cosechar, es muy probable asumir una pérdida de US$ 15 millones de arroz que no se a va a poder levantar», consignó a la prensa.
