Según medios estatales de Rusia, el pasado miércoles, en el Moskva se produjo una explosión accidental. El jueves estaba siendo remolcado hacia Sebastopol (en la península de Crimea) para realizarle las reparaciones necesarias cuando se hundió en el Mar Negro.
Ucrania afirma que su ejército lanzó dos misiles Neptune que impactaron en el barco. Rusia lo niega y afirma que la catástrofe se debió a una explosión de munición interna.
“El barco perdió su estabilidad debido al daño sufrido por el casco tras un incendio provocado por la detonación de munición”, afirmó la nota oficial del Ministerio de Defensa ruso, citada por la agencia Interfax. Y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó que el ‘Moskva’ ya no existe. La historia dirá qué pasó”.
Rusia anunció que los 500 marineros que formaban parte de la tripulación del Moskva fueron rescatados tras la explosión y posterior hundimiento. Pero desde Ucrania afirman que algunos de los tripulantes murieron, aunque no ha facilitado pruebas de sus declaraciones.
El jefe de la Armada rusa, el almirante Nikolai Yevmenov, anunció que los marineros continuarán sirviendo en la Armada tras tener un encuentro con ellos el pasado sábado.
El Moskva era el buque insignia de la Armada rusa en el Mar Negro. Un barco lanzamisiles que transportaba a 500 hombres. Estaba dotado con 16 misiles supersónicos antibuque P-1000 Vulkán, cuyo radio de acción alcanza los 800 kilómetros; sistemas de defensa antiaérea S-300 y baterías antisubmarinos. Debido a sus misiles era conocido como el «asesino de portaviones».
