Ecuador se encuentra en un conflicto armado con el narcotráfico que dejó, hasta ahora, 10 muertos en el país y mucha tensión en la población. La reciente arremetida de la violencia vinculada al narco llevó al presidente, Daniel Noboa, a declarar un «conflicto armado interno» y envió a los militares a las calles para tratar de frenar la ola de violencia; esta situación del país meridional despertó solidaridad y opiniones en el mundo político.
En Uruguay el tema abrió debate sobre la seguridad en el país, el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Rios, justificó el accionar de las Fuerzas Armadas de Ecuador y lo comparó con la posición que tomó el Parlamento uruguayo en 1972, lo que provocó la respuesta de otras personalidades como Yamandú Orsi en su contra.
«Al igual que el 15 de abril de 1972 en Uruguay, un gobierno democrático debe recurrir a las Fuerzas Armadas para frenar a los que quieren pasarle por arriba al Estado de Derecho. Esto explica por qué siempre aparecen quienes quieren disolver o desnaturalizar a las FFAA», publicó en su redes sociales “X” (antes twitter) Manini Rios. En esa fecha la Asamblea General declaró el estado de guerra interna, y se encomendó a las fuerzas armadas el combate a los grupos guerrilleros.
De esta manera (como ocurre ahora en Ecuador) las fuerzas armadas salieron a la calle.
El mensaje de Manini Rios causó rápidas respuestas como la del actual Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, quien expresó su solidaridad al pueblo ecuatoriano y criticó la postura del líder de Cabildo Abierto. «Confundir fenómenos históricos con dramas del presente puede funcionar como estrategia electoral, pero no aportará soluciones al grave problema del narco y el crimen organizado. Los nuevos dramas de la sociedad necesitan abordajes nuevos. Mi solidaridad con el pueblo ecuatoriano», expresó en su cuenta de “X”.
El senador del Frente Amplio Mario Bergara, también habló sobre el tema de la seguridad, citando lo que ocurre en Ecuador, “La situación en Ecuador nos interpela: debemos evitar que la seguridad pública sea un botín electoral, como fue en campañas anteriores”.
“Los partidos políticos y la sociedad civil debemos sentarnos en una mesa y acordar medidas para combatir la penetración del narcotráfico en los barrios y las estructuras del Estado”, señaló. Agregó “tenemos la responsabilidad de establecer una política de Estado que trascienda las administraciones y los partidos, quedó demostrado que nadie tiene la varita mágica”.
Por su parte la senadora Liliam Kechchian dijo sobre lo posteado por Manini, “mi rechazo a este mensaje. Nostalgias de un pasado que ojalá nunca vuelva. Reivindicación de los que sí les pasaron por arriba a las instituciones».
A esto agregó «torturaron, desaparecieron cientos de compatriotas, generando el período más oscuro de nuestro país. Espero respuestas de sus socios».
El diputado socialista Gonzalo Civila también se sumó a la polémica. Dijo sobre los comentarios de Manini que «el primer senador de Cabildo Abierto, ex comandante en jefe del ejército, utiliza sistemáticamente su representación, en todos los planos y en todos los temas, como un recurso para la defensa corporativa de aquellos sectores de las FF.AA. que siempre reivindicó». Agregó «no es un problema personal sino de comprensión de la democracia. Esta vez no se sabe qué es peor: si su negacionismo respecto del terrorismo de Estado en Uruguay o su utilización del dolor de un pueblo hermano para reivindicar de forma oportunista lo que reivindica siempre, torciendo la historia. No es bueno mirar el mundo ni el sufrimiento ajeno a través de una obsesión o un trauma de la política interna».
Sánchez y Sanjurjo
Otro que expresó su opinión fue el senador del Frente Amplio, Alejandro Sánchez, dijo que ante estos hechos en el país sudamericano si todos los partidos políticos en Uruguay “no logramos construir una política integral de seguridad ciudadana, seguiremos fracasando”.
Sáchez dijo que “no hay recetas mágicas. En Uruguay estamos a tiempo, necesitamos seriedad, evidencia y que la seguridad deje de ser un tema electoral. Necesitamos un gran acuerdo nacional, político y social”.
A este le contesó el aseor del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo quién sostuvo «concuerdo plenamente en la necesidad de un acuerdo político en materia de seguridad pública». A esto agregó que «fue con ese objetivo que a finales de 2022 el Ministerio del Interior, convocó a todos los partidos políticos para diseñar una estrategia conjunta. Ese trabajo técnico agotador seis meses y culminó con la presentación de 16 medidas concretas, 7 de las cuales fueron propuestas por el Frente Amplio».
Y sostiene «como sabía, al final el Frente Amplio decidió no dar su apoyo a la Estrategia, echando por tierra el acuerdo. ¿Y si damos vuelta la página y nos sumamos?. Muchas de las medidas ya están siendo implementadas, pero todavía estamos a tiempo de transmitirle a la ciudadanía que la seguridad pública está por encima de las rencillas partidarias».
Los milicos no puede con sus pensamientos antiargiuistas, le salto la hilacha de dictador al tal Manini, además parece que todo lo que dicen demuestra que fracasaron en las promesas electorales sobre lo que harían con la seguridad, nada tiene que ver lo que paso en 1972 con lo que esta pasando ahora que la delincuencia esta desatadas y los homicidios a la orden del día, buscan instarla un relato para sacar a los militares a la calle nuevamente y justificar el fracaso de las políticas de seguridad, son unos sinvergüenzas
El narco tráfico es un flagelo a nivel universal. Que debilitan a los gobiernos, es obvio. Pero una cosa es narcotráfico y otra terrorismo. Que a vece se asocian, es cierto. Y siempre, a los que se rebelan contra el gobierno de turno se les llama terroristas. Y es un enemigo al que no se le reconoce le status de solddao: es un insurgente y par a él no rige la Convención de Ginebra. como pasa ahora entre Israel y Palestina, por ejemplo. y esto de Manini, ya aburre. Sea cual sea el tema, aparece con la misma milonga de los heorico militares del 73, que instalaron una dictdura de 13 años. Ni una palabras sobre violaciones, torturas, desapariciones, secuestro y venta de niños.
Cuando la situación de las mayorías es apremiante y surgen protestas los que detentan el poder no vacilan en aplicar la violencia y el terrorismo . Tampoco en calificar de terroristas a los que reclaman sus derechos. No me extraña que Manini lo haga, ya que defiende los intereses de.los más poderosos económica y social mente. Desgraciadamente , a veces , esa confusión llega también a sectores del pueblo e incluso se utiliza con fines electorales.