“Todos tenemos una bala en la memoria”

El periodista y escritor Antonio Ladra acaba de presentar La Bala, su nuevo libro editado por la editorial Fin de Siglo, una narración que reconstruye un episodio ocurrido en 1975, en plena dictadura uruguaya, y que tiene como protagonista a Pedro Cribari, un joven militante comunista detenido y torturado en la Dirección de Inteligencia. En medio de ese encierro, y en un instante de desesperación –nacía su hijo Andrés- Cribari decidió huir. Trepó hasta una azotea, se aferró a un árbol y, antes de recibir tres disparos, gritó su nombre, el de su esposa y el número de teléfono de su casa. Uno de los proyectiles, calibre .38, quedó alojado para siempre en su cuerpo. Paradójicamente, esa bala, destinada a matarlo, lo salvó porque obligó a las Fuerzas Conjuntas a trasladarlo al hospital y a detener las sesiones de tortura.

Cincuenta años después, esa bala volvió a hablar. Fue durante un control médico cuando un urólogo, al observar una radiografía, le dijo a Cribari: “Si este proyectil se hubiera movido medio milímetro, usted no estaría acá”. Ese comentario, contado por el propio Cribari en una cena de amigos, fue la chispa que encendió la escritura de Ladra.

“Me impactó profundamente —recuerda el autor—. Pensé en lo que significa enterarte medio siglo después de que estuviste más cerca de la muerte de lo que creías. Esa misma noche empecé a escribir.”, dijo Ladra al Diario La R.

El libro no solo recupera aquel episodio, sino que lo entrelaza con los ecos personales y colectivos de la memoria reciente. La Bala es, en palabras de Ladra, una historia sobre “las marcas que quedan dentro de nosotros, las balas simbólicas que todos llevamos”.

“El que tiene la bala física es Pedro, pero todos tenemos una bala en la memoria, algo que quedó incrustado en nuestra historia como sociedad. La bala es como un reflejo de lo que es nuestra sociedad y esas cosas que todavía tenemos escondidas o no las conocemos”, reflexiona.

El proceso de escritura fue tan intenso como el tema que aborda. Ladra escribió el libro en pocas semanas, mientras se recuperaba de una operación y una infección intrahospitalaria que lo obligaron a permanecer en su casa con internación domiciliaria. “Tenía tres inyecciones diarias de antibiótico, no podía salir mucho, y eso me dio un tiempo inusual para escribir. Lo hice de manera casi febril”, cuenta.

La Bala dialoga también con los libros anteriores del autor, especialmente Vidas en rojo y negro, donde exploraba la historia de su familia en la Guerra Civil Española. “De alguna manera cierro un círculo —dice—. En aquel libro hablaba de los nadie de la guerra de España; ahora hablo de los nadie de acá, los que también hacen la historia aunque no figuren en los manuales.”

Lejos de los grandes nombres o gestas heroicas, La Bala se centra en un hombre común, atravesado por el miedo, la resistencia y la memoria. “Pedro no fue un líder ni un héroe clásico, y justamente por eso su historia importa. Es una historia mínima, pero que revela mucho sobre lo que fuimos y lo que seguimos siendo”. Parafraseando a Eduardo Galeano, “él habla de los nadie,  la historia de los nadie, que también hacen la historia”.

Pero el autor no da respiro al lector y sobre el final, los últimos capítulos incluyen un nuevo giro espectacular a esta historia en la que Ladra relata el encuentro entre Cribari y su torturador y baleador. “Todo eso que está contado en la última parte del libro, pero prefiero no contar más para no espoilear”, comentó.

La Bala es, en definitiva, un ejercicio de memoria y de escritura. Una mirada hacia el pasado, hacia las heridas que aún laten bajo la piel de un país, y hacia una bala que, por azar o milagro anatómico, no mató, pero nunca dejó de estar ahí.

El libro fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Montevideo y estuvo a cargo del periodista Gabriel Pereira, de la actriz Gabriela Iribarren, del autor del libro Antonio Ladra y del protag: este jueves 16 de octubre, a las 20 horas en el salón “Rincón Lo de Silverio! (4 de julio 3191 esquina Rosell y Rius),  además de otras previstas en el interior del país, como en la Fundación Manolo Lima en Punta del Este y en la Librería Helvecia de Nueva Helvecia.

Trayectoria

Antonio Ladra es periodista. Ejerce la profesión desde hace más de cuatro décadas. Su carrera incluyó el trabajo en los diarios La República y El Observador, las revistas Posdata y Latitud 30 35, y las radios El Espectador y AM LIBRE. Entre los múltiples medios en los que trabajó, lideró la puesta en marcha de El Día Semanario, fue corresponsal para el Mercosur de la revista española Contrapunto de América Latina, fundó el periódico Plan B, en Canal 12 co-condujo Código País y fue co-coordinador del noticiero Telemundo. En 2010 recibió el premio Morosoli en el rubro Periodismo Televisivo.