El SIDA es la fase más avanzada de la infección por el VIH, que significa virus de inmunodeficiencia humana, causante de la infección del mismo nombre. Las siglas “VIH” pueden referirse al virus y a la infección que causa. El VIH ataca y destruye las células (linfocitos CD4) del sistema inmunitario que combaten las infecciones. La pérdida de linfocitos CD4 dificulta la lucha del cuerpo contra las infecciones y ciertas clases de cáncer.
Según las proyecciones del Ministerio de Salud Pública (MSP), en el año 2023 se estima que el 0,6% de la población tiene VIH. Esto equivale a un total de 16.000 personas con VIH, de las cuales 14.921 conocen su estado serológico.
Sin tratamiento, el VIH puede gradualmente destruir el sistema inmunitario, lo que causa deterioro de la salud y la aparición del SIDA. Con tratamiento, el sistema inmunitario se puede recuperar. En la actualidad, no existe cura para el VIH o el SIDA a pesar de los avances de la ciencia mundial, pero existe un tratamiento llamado antirretroviral (TAR), que ayuda a controlar la infección y evitar que empeore.
El TAR es una combinación de diferentes medicamentos que evita la replicación del VIH; si bien no cura la infección, evita que el virus se multiplique y afecte la salud. Una particularidad del tratamiento es que se le denomina crónico, es decir, que una vez que se empieza el tratamiento es necesario tomarlo todos los días, toda la vida. Además, los especialistas recomiendan a los pacientes comenzar con la terapia lo más pronto posible después de ser diagnosticados, inclusive el mismo día.
El régimen inicial de tratamiento para el VIH de una persona por lo general incluye tres medicamentos (de por lo menos dos clases diferentes) y que deben tomarse exactamente según lo indicado. Hay opciones que consisten en dos o tres medicamentos diferentes para el VIH combinados en una sola pastilla diaria. También existen inyecciones de acción prolongada de medicamentos para tratar la enfermedad, que se administran cada dos meses, si el proveedor de cuidados de salud determina que usted cumple con ciertos requisitos.
Los medicamentos contra el VIH ayudan a las personas que lo tienen a vivir una vida más larga y sana. Una de las metas principales del TAR es reducir la carga viral de la persona a una concentración que no se pueda detectar. Una carga viral indetectable significa que la concentración del VIH en la sangre es demasiado baja como para que pueda ser detectada con una prueba de la carga viral. Las personas con el VIH que mantienen una carga viral indetectable no tienen riesgo alguno de transmitir el VIH a su pareja VIH negativa a través del sexo.
Al día de hoy, los tratamientos existentes permiten disminuir la cantidad de virus en sangre al punto de mantenerlo en forma “indetectable”, es decir, que los análisis no logran detectarlo. Sin embargo, esto no significa que el VIH no esté en el cuerpo: en menor cantidad, el virus sí se encuentra en “reservorios” a partir de los cuales vuelve a replicarse si el tratamiento se suspende (incluso durante pocos días).
Los médicos afirman que el tratamiento para el VIH o SIDA tiene más probabilidades de ser exitoso cuando se sabe lo que se puede esperar y el paciente se compromete a tomar los medicamentos exactamente como se le ha indicado. Trabajar con su proveedor de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento le ayudará a aprender más sobre el VIH y a manejarlo eficazmente.
Por otra parte, al igual que la mayoría de los medicamentos, el antirretroviral puede provocar efectos secundarios. Sin embargo, no todo el mundo los experimenta; los medicamentos para el VIH que se utilizan hoy en día tienen menos efectos secundarios, y son menos fuertes que en el pasado. Algunos efectos secundarios pueden aparecer una vez que empieza a tomar el medicamento y pueden durar sólo unos días o semanas. Entre esos efectos están: dificultad para dormir, náuseas y vómitos, mareos, fatiga, diarrea, sequedad de la boca, entre otros.
Cabe señalar que Uruguay ha destacado a nivel internacional por garantizar el acceso universal y gratuito al tratamiento para el VIH desde 1997.